A Temer no le preocupa ser impopular
El presidente brasileño, Michel Temer, aseguró ayer que no está preocupado por el poco fervor popular que suscita su figura en el país, y culpó a Dilma Rousseff, de quien fue vice, por el ajuste que deberá tomar su gobierno.
“Si yo sigo siendo impopular pero Brasil crece, me doy por satisfecho”, dijo Temer durante una intervención en el foro “Nuevo Escenario Político y Económico”, convocado por la revista Exame.
Temer asumió formalmente la presidencia de Brasil el 31 de agosto, en lugar de la destituida Dilma Rousseff, de quien era su vicepresidente.
El proceso de destitución contra Rousseff generó una enorme polémica en Brasil, y tras más de tres meses como mandatario interino, y pese a ser ratificada su investidura presidencial por el Senado en agosto, la figura de Temer es resistida por gran parte de la población.
En su disertación, Temer, se refirió también al aumento del desempleo en Brasil: “Llegamos a casi 12 millones de desempleados. Y no es culpa mía. No quiero que digan que esos pasivos son nuestros”.
Durante el gobierno de Dilma, sostuvo “el Estado se endeudó demasiado, lo que ge- neró recesión y desempleo y los gastos se transformaron en una bola de nieve”.
Para el presidente, “la lista es larga y nos lleva hacia algunas conclusiones irrebatibles. La crisis que enfrentamos es la mayor de nuestra historia; no quiero asustarlos, pero sí motivarlos para que juntos logremos salir de ella”.
Brasil cerrará el 2016 por segundo año consecutivo con una recesión de más del 3%.