El PSOE decide quién será su líder y quién gobierna España
El socialismo definirá si depone o no a Pedro Sánchez, quien votó en contra de un nuevo período de Rajoy, prolongando la parálisis.
Los socialistas españoles, en plena crisis interna, se preparan para sostener hoy una reunión clave que determinará tanto el futuro de su cuestionado líder Pedro Sánchez, como si levantan el veto a un nuevo gobierno del conservador Mariano Rajoy.
En medio de una expectativa máxima, los cerca de 300 miembros del comité federal, el “parlamento” del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), están convocados a un cónclave en la sede nacional en Madrid, que dirimirá las diferencias entre los defensores y antagonistas de Sánchez.
En una primera comparecencia pública desde que el miércoles la mayoría de la cúpula directiva del partido renunciara para forzar su salida, Sánchez aseveró que la reunión determinará el “rumbo” del PSOE.
“Siempre he defendido la hoja de ruta de votar ‘No’” a un nuevo gobierno dirigido por el jefe de gobierno saliente Mariano Rajoy, pero “el comité federal puede cambiar esa hoja de ruta y pasar a la abstención para que gobierne el líder conservador”, advirtió Sánchez.
Sánchez, un profesor de economía de 44 años que en julio de 2014 se convirtió en el primer jefe del centenario partido elegido por las bases en primarias, sugirió que renunciaría al cargo si el comité federal le es adverso.
“España no se merece cuatro años más de Mariano Rajoy al frente del gobierno”, dijo Sánchez, al cargar contra sus “políticas retrógradas que han provocado desigualdad” y los casos de corrupción que han manchado su Partido Popular.
Desde que estalló la revuelta socialista el miércoles, Rajoy ha guardado un mutismo absoluto, a la espera de salir beneficiado de la crisis del PSOE para seguir en el poder, después de fracasar dos veces en su investidura como presidente. Oposición. Rajoy ganó las legislativas de junio pasado, pero con 137 diputados de los 350 del Parlamento su Partido Popular quedó lejos de una mayoría necesaria para gobernar, por lo que le es necesaria al menos la abstención del PSOE para mantenerse en el poder.
En caso de persistir el bloqueo hasta el 31 de octubre, se disolverá el Parlamento y se convocarán nuevas elecciones legislativas en diciembre, las terceras en apenas un año.
La voluntad de Sánchez de intentar un gobierno alternativo con dos apoyos incómodos, el de Podemos, quien aspira a desbancar al PSOE como primera fuerza de izquierdas, y el de los nacionalistas catalanes, fue el detonante de la rebelión en las filas socialistas.
Los críticos de Sánchez, entre ellos su principal rival, la influyente presidenta socialista de Andalucía, Susana Díaz, le echan en cara también que el partido bajo su mandato haya cosechado los peores resultados de su historia. Proponen que el PSOE pase a la oposición para reagrupar fuerzas.
En respuesta a sus detractores, Sánchez pidió que se celebren unas primarias el 23 de octubre, donde espera que la militancia renueve su liderazgo, y luego un congreso extraordinario en noviembre que refrende ese eventual voto. “Pido serenidad y altura de miras para este comité federal”, agregó, en la víspera de una jornada tumultuosa para el centenario socialismo español.