La música: una pasión heredada y, a veces, una carga
Sí, su tío es Eduardo Falú, uno de los artistas que, a través de su voz y su guitarra, hizo conocido el folclore argentino en el mundo. En diálogo con Perfil.com en ocasión de recibir el martes último el Premio Perfil a la Inteligencia de los Argentinos en el rubro Humanidades, Juan Falú reconoció en su tío, y en su propio padre, a las personas que lo inspiraron a seguir el camino de la música.
En algún momento de su juventud, Juan quiso ser cura pero finalmente se convirtió en guitarrista. Además, es compositor y docente del Conservatorio Municipal Manuel de Falla, y fue uno de los responsables de la creación de la primera Carrera Superior de Floclore y Tango de Buenos Aires. A pesar de que se lo considera un referente de la música argentina, Falú contó –con este tono de voz que remite mucho a la de su famoso tío– en la ceremonia de premiación que precisamente la música fue “un mandato que, a veces, lo he vivido de manera pesada”, dijo. “Igual que cuando uno recibe un premio, es una carga”.
Este 2016, en lo estrictamente personal, ha sido un año muy especial y movilizante para Juan Falú. Hace tres meses, en el Pozo de Vargas, uno de los centros de inhumación clandestina que la última dictadura montó en Tucumán, el Equipo de Antropología Forense encontró los restos de su hermano Luis Eduardo Falú, secuestrado el 14 de septiembre de 1976, a la edad de 25 años. El propio Juan estuvo exiliado en Brasil desde 1976 hasta 1983.