Siguen la pista de un pañuelo en el caso del funcionario asaltado
Un pañuelo descartable podría ser la clave para dar con los tres ladrones que asaltaron la semana pasada el superintendente de Seguros de la Nación, Edgardo Podjarny, en un garaje del microcentro porteño. Este elemento fue encontrado en el interior del auto que le habían robado al funcionario y que fue hallado, más tarde, a cinco cuadras de la casa de la víctima.
El fiscal Julio Argentino Roca, a cargo de la causa, reveló que en el interior del Ford Mondeo gris del funcionario “se secuestró un pañuelo de papel tissue que será examinado, al tiempo que también se obtuvo una huella digital, la cual será cotejada para ver si arroja resultados respecto de la identidad de alguno de los delincuentes”. Para dar con la denominada “Banda del Garaje”, Roca le dio intervención a la División Robos y Hurtos de la Policía Federal (PFA), según se informó en el sitio Fiscales. Además solicitó que se realice un relevamiento de las cámaras de seguridad de las inmediaciones de la oficina y vivienda de Podjarny.
Los investigadores también hallaron una huella dactilar que podría ser de uno de los autores
Robo. El hecho ocurrió el jueves 6, alrededor de las 21, cua ndo Podjarny se retiró de la sede de la Superintendencia de Seguros de la Nación, en Roca 721, y caminó media cuadra hasta el garaje de la calle Moreno 761 para buscar su auto. Pero apenas ingresó al estacionamiento para subirse a su vehículo, lo sorprendieron tres delincuentes armados que redujeron al funcionario y al encargado del garaje. En el local, los asaltantes le ro- baron al funcionario mil pesos que llevaba en la billetera, se apoderaron de su automóvil y le pidieron las llaves de su casa, tras lo cual la banda se desdobló. Uno se quedó custodiándolo y los otros dos se dirigieron a la vivienda de Podjarny.
En el comunicado, la fiscalía aclaró que la víctima primero les mintió a los delincuentes con la dirección de su casa y los mandó a un lugar equivocado. Pero cuando los ladrones constataron que no se trataba de su domicilio, volvieron y lo golpearon. Ahí el superintendente de Seguros cedió y les brindó la dirección correcta, en el barrio de Palermo.
Los ladrones ingresaron con la llave de Podjarny a la casa en la que se encontraban su esposa y sus dos hijos, los redujeron y se dedicaron a robar. Revolvieron todo y se llevaron dinero, una PlayStation y el auto del funcionario, que apareció abandonado a cinco cuadras de la vivienda familiar. Consumado el robo, Podjarny y el encargado del garaje fueron liberados, aunque el superintendente debió ser trasladado al Hospital Cosme Argerich para curar las lesiones cortantes que padeció producto de los golpes.