Perfil (Sabado)

TODOS CONTRA TODOS EN LA JUSTICIA

El funcionari­o rompió el silencio y apuntó contra el presidente de la Corte Suprema por el reparto del presupuest­o. Denuncia presiones en el interior del Poder Judicial.

- CECILIA DEVANNA

Juan Carlos Cubría ocupa un cargo clave en la administra­ción del Poder Judicial. Es hijo de la jueza federal María Servini, quien en los últimos días declaró que sufre presiones por una investigac­ión sobre corrupción en el manejo de fondos de la Justicia. A diferencia de su madre, Cubría cultiva el bajo per fil, pero rompió el silencio en una entrevista con este medio. También habla de presiones y de una puja con la Corte Suprema por los fondos millonario­s del Poder Judicial.

Cubría es ingeniero y desde hace casi 20 años trabaja en temas de administra­ción judicial. Actualment­e es el administra­dor general del Consejo de la Magistratu­ra, el organismo encargado de manejar parte de los fondos judiciales, y de elegir y controlar a los jueces.

“La Corte está parada sobre un colchón de $ 11 mil millones y nosotros sobre un déficit de 800 millones mensuales”, disparó. “Yo creo que la cultura del alto tribunal y de muchos funcionari­os es la cultura monárquica, donde las cosas no se discuten, no se debaten, es la orden directa”, aseguró sobre Ricardo Loren- zetti, el presidente de la Corte.

El organismo en el que trabaja está en la mira por casos de corrupción: sobrepreci­os en obras públicas; manipulaci­ones en los sorteos de las causas; y una tercera que in-

“Hubo un atentado contra un tribunal de San Martín y (en la Corte) ni nos llamaron” (JUAN CUBRÍA)

tenta establecer si hubo irregulari­dades en la licitación del sistema informátic­o. Las dos últimas son investigad­as por la jueza Servini.

—Usted asumió la admi- nistración del Consejo de la Magistratu­ra a fines de noviembre pasado. ¿Con qué panorama se encontró?

—Con un déficit muy grande, de unos $ 500 millones, y la inminencia de un cambio de gobierno. Era casi imposible poder afrontar el mes si el Gobierno que se iba no nos hacía un desembolso previo. Aclaro que casi el 95% del presupuest­o es para el pago de salarios (de la Justicia). Para comparar, la provincia de Buenos Aires debe tener unos 24 mil o 25 mil agentes, el Poder Judicial de la Nación, 18.500 y la Corte, 3 mil. En los últimos diez años la planta permanente del máximo tribunal se incrementó casi en un 30%.

—¿Cómo se generó ese déficit?

—Hasta 2009 el Poder Judicial tuvo superávit, que iban a cuenta de plazos fijos. Llegada la nueva Corte, decide armar fondos anticíclic­os, de infraestru­ctura, y parte de esos plazos fijos fueron retenidos por el alto tribunal. Cambio de administra­ción mediante, a partir de ahí, el Consejo de la Magistratu­ra empezó a vivir únicamente con el presupuest­o del ejercicio.

—Eso coincide con la ges- tión de Germán Krieger (ex administra­dor de la Corte, imputado por presuntos sobrepreci­os en la obra pública y señalado como hombre de confianza de Lorenzetti)

— Claro, porque el superávit lo tuvimos hasta 2009. En 2011 asume Krieger y en 2013 entramos en déficit con una relación Poder JudicialPo­der Ejecutivo que empezó a deteriorar­se. Hubo ciertos elementos que genera ron una crisis por la cual el Poder Ejecutivo no sostuvo al incremento de los gastos del Poder Judicial. Al mismo tiempo, la Corte dio aumentos de sueldo del personal, que no siempre estuvieron contemplad­os dentro de las posibilida­des del Poder Judicial. El alto tribunal no financió el déficit, que en 2014 se acentuó. La Justicia sumó deudas con la AFIP, con la obra social, etc.

—La situación de diciembre de 2015 se solucionó con aportes del Ejecutivo. ¿Cómo hacen ahora?

—El único ingreso que el Poder Judicial tiene es la coparticip­ación federal, estamos recibiendo unos $ 800 millones por mes. Los otros 800 millones los pone el Tesoro. La Corte no aporta un sólo peso de ese fondo que acaba de anunciar que tiene de 11 mil millones. Tanto es así, que la semana pasada hubo un atentado contra un tribunal en San Martin y ni nos llamaron para preguntar si necesitába­mos algo.

—El Consejo atraviesa una situación compleja, con filtracion­es, sospechas de manipulaci­ón de los sorteos de causas. ¿La Corte se involu-

cró?

—No, nos exhorta a nosotros a tomar medidas. Pero también hay una realidad: la administra­ción de la Corte esta parada sobre un colchón de 11 mil millones y nosotros sobre un déficit de 800 millones mensuales. Podemos hacer parches, pequeños ajustes, modificar los protocolos, lo que es el manejo de los recursos humanos. Ahora, no estamos en condicione­s de hacer la inversión en tecnología grande, si no lo hace el Ministerio de Justicia o la Corte.

—Su mamá habló de presiones por investigar al Consejo de la Magistratu­ra. ¿Usted también las sufrió?

—La causa de los sorteos, que digamos sale a la luz un poco por el tema Nisman –el sorteo asignó a un juez federal para investigar la muerte del fiscal pero el sistema “se colgó” y la causa terminó en otro juzgado– y la denuncia de Martillero­s Públicos. (El caso) desnuda una corporació­n de intereses (entre distintos miembros del Poder Judicial). Entonces las presiones a las que puede hacer referencia ahora debe tener que ver con esa cantidad de per- sonas conocidas que llaman y dicen; “Che, mirá, cuidate”, “Che, mirá, fijate”, “el otro está enojado”, etc. Porque el tema de los sorteos toca muchos intereses internos.

— ¿Tanto en el Consejo, como en la Justicia y en la Corte? —En este caso creo que la Corte no. Los intereses de la administra­ción de la Corte –yo no puedo hablar de los ministros–, pasan por la acumulació­n de fondos, recuperar la caja del Consejo, tener ese poder de dar promocione­s, favores, cargos. Ahora el interés de algunos miembros de esa corporació­n es precisamen­te tener el control de algunos procesos en especial. La diferencia con antes es que las presiones podían venir del Poder Ejecutivo. La diferencia ahora es que las presiones vienen de adentro. Yo creo que la cultura del alto tribunal y de muchos funcionari­os es la cultura monárquica, donde las cosas no se discuten, no se debaten, es la orden directa —¿En este caso el presidente del tribunal?

—Obviamente, porque concentra muchas facultades que no tienen los demás ministros.

“Los intereses de la administra­ción de la Corte pasan por la acumulació­n de fondos”

 ?? FOTOS: NESTOR GRASSI ?? BAJO PERFIL. El funcionari­o habló por primera vez de la puja con el presidente del máximo tribunal. La jueza Servini había aludido a presiones por el rol de su hijo.
FOTOS: NESTOR GRASSI BAJO PERFIL. El funcionari­o habló por primera vez de la puja con el presidente del máximo tribunal. La jueza Servini había aludido a presiones por el rol de su hijo.
 ??  ??
 ??  ?? MADRE. Investiga corrupción en el Consejo.
MADRE. Investiga corrupción en el Consejo.
 ??  ?? El hijo de Servini de Cubría vs. Lorenzetti. Juan Cubría, administra­dor del Poder Judicial, le apunta a la Corte: “Manejaron el dinero como una monarquía”. El Gobierno responde críticas.
El hijo de Servini de Cubría vs. Lorenzetti. Juan Cubría, administra­dor del Poder Judicial, le apunta a la Corte: “Manejaron el dinero como una monarquía”. El Gobierno responde críticas.
 ?? CEDOC PERFIL ?? LORENZETTI. Cubría lo acusó de tener una “cultura monárquica”.
CEDOC PERFIL LORENZETTI. Cubría lo acusó de tener una “cultura monárquica”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina