After office en el museo.
Organizan eventos para el cierre de las muestras con DJs y música en vivo, tragos y un ambiente relajado para disfrutar del arte de otra manera.
Fiestas con DJs en sitios “de viejo”. Hoy estarán abiertos hasta las 3.
PROPUESTAS EN EL MALBA, EL BELLAS ARTES Y EL DE ARTE MODERNO En los últimos meses, más de 120 mil personas visitaron la muestra de Yoko Ono en el Malba. Pero este jueves a la noche, en su despedida, mientras muchos recorrían e interactuaban con la muestra, otros disfrutaban del set que los DJ invitados habían preparado, mezclando sonidos con la voz de la artista, o tomaban una cerveza o copa de vino. La propuesta que los jóvenes del Malba realizan al cierre de cada muestra es un ejemplo de cómo los after office culturales llegan a los museos, con el objetivo de acercar a los más jóvenes.
“La idea de hacer los encuentros surgió con la muestra de Polesello, que incluía un vinilo que había diseñado para la disco Mau Mau. Ahí se nos ocurrió revivir el contexto del artista, y recrear Mau Mau para despedir la muestra. Y a partir de ahí organizamos el ciclo Malba PM donde las muestras temporarias se despiden con música”, cuenta Belén Pena (26), una de las integrantes del grupo de jóvenes del museo que desde 2013 se dedica a organizar actividades, y que ya tiene 260 socios de entre 18 y 30 años.
Hace pocas semanas, los Jóvenes del Bellas Artes tuvieron su fiesta anual, donde tomaron el retrato de Manuelita Rosas y lo personificaron en una actriz que realizó una performance y fue la anfitriona de la fiesta. “Siempre conectamos todo lo que hacemos con el museo, y buscamos cómo adaptar las obras a un público más joven, para romper con esto de que para acercarme al museo primero tengo que saber de arte. Manuelita por ejemplo, hacía tertulias y al momento de la obra tenía 34 años, por eso la elegimos para la fiesta”, explica Eliana Zanini (25), parte del equipo organizador, y agrega que “la idea con todas las actividades es esto de after cultural, donde voy al museo, aprendo algo, pero también me quedo a comer, tomar algo y comparto con otros jóvenes”.
En dos años ya se sumaron 600 socios, de entre 21 y 38 años, que comparten visitas guiadas tanto por la muestra permanente o temporales del Bellas Artes, y por lo general terminan tomando una cerve-