Cruje el bloque de Cambiemos pero igual aspiran a aprobar leyes clave
Esta semana, hubo pases de factura entre macristas, radicales y lilitos.
La que fue la semana más complicada para el oficialismo en la Cámara de Diputados trajo aparejada también una creciente tensión puertas adentro del interbloque Cambiemos. Los radicales y Elisa Carrió enojados con la conducción del bloque. Emilio Monzó, a su vez, enojado con Lilita e intentando contener a los radicales. Y los radicales pasándole facturas a Carrió por sus bombas no debatidas puertas adentro. Pero la sangre todavía no llegó al río y en el bloque son optimistas con que la semana próxima podrán cambiar el clima y anotarse un par de porotos.
“¿Qué querés que haga? Si no negociamos con él no llegamos al número”, es la respuesta que esgrime Monzó, titular de la Cámara baja, cada vez que los radicales le critican los acuerdos que tejió con Sergio Massa. “Yo tengo que partir de la base de que mi bloque me apoya”, concluye. “Vos podés hablar con Massa, pero no atarte solamente a él”, retrucan desde la bancada radical que conduce Mario Negri. Y agregan: “Porque él te propone una relación promiscua, y lo que hizo esta semana (por aliarse con el kirchnerismo para frenar el proyecto de promoción de inversiones público-privadas) rompe toda previsibilidad de los acuerdos parlamentarios”.
Desde principios de año que los radicales le critican al PRO haberle cedido demasiado a Massa sin comprometerlo en un paquete general. Y luego de la estocada que el líder del Frente Renovador metió esta semana, la crítica reapareció.
Negri, además, ya se había cruzado con Nicolás Massot, jefe del bloque PRO, por el intento de meter un proyecto para ampliar la cantidad de bancas en Diputados junto con la reforma electoral.
Esta semana, sin embargo, el foco de las críticas estuvo dirigido contra Carrió. Su decisión de criticar el proyecto de reforma del Ministerio Público Fiscal, que lidera Alejandra Gils Carbó, no sólo generó que el tema no llegue al recinto sino que le valió los reproches de sus socios. “Se corta sola desde los medios”, expresaron desde despachos del PRO. “Y encima muchos la proponen como candidata para el año próximo”, profundizan.
Desde el radicalismo apuntaron contra Fernando Sánchez, ladero de Carrió, quien participa de las mesas técnicas donde se pulen los principales proyectos. “Muchas de sus críticas estaba previsto que se consideren en el recinto”, señalan.
Sánchez prefirió minimizar el conflicto y asegurar que “si no sale el proyecto este año nadie se muere”. Y evitó referirse a las internas con la lógica de que “los trapitos se lavan en casa”. “No me consta nada más que cuestiones de coyuntura que, como tal, son pasajeras. Está todo bien”, minimizó un macrista. Un radical coincidió en la necesidad de “no hacer más puteríos”. “Nosotros planteamos las cosas hacia adentro”, agregó. Desde la conducción del oficialismo saben que “ahora hay que empezar a recomponer”, tanto con el peronismo como puertas adentro.