Denuncian a Szpolski y Garfunkel por el desvío de fondos públicos
Dos de los empresarios más oscuros del kirchnerismo, que recibieron sumas millonarias de pauta oficial, siguen sumando problemas en la Justicia. Tras dejar a más de quinientos empleados en la calle sin indemnización, librar cientos de cheques sin fondos y sumar cuantiosas deudas con la AFIP, ahora Sergio Szpolski y Matías Garfunkel recibieron una nueva denuncia penal. Ayer se conoció que la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) los denunció por supuesto desvío del dinero público que habrían recibido con la pauta publicitaria oficial en el Grupo 23.
El organismo solicitó que se investigue “a Szpolski, Garfunkel y a sus socios ocultos por el vaciamiento de Balkbrug Sociedad Anónima, la retención indebida de aportes de la Seguridad Social, las posibles evasiones impositivas, los innumerables cheques rechazados que pesan sobre Balkbrug SA y todo lo inherente con la pauta oficial, sus montos, origen y destinos”.
En la denuncia, la Procelac señala que “Szpolski y Garfunkel habrían funcionado como un aceitado mecanismo de lavado de fondos públicos a partir de la pauta publicitaria que le facturaban al Estado y cuya recaudación era derivada al desarrollo de otros negocios en los que aparecen repetidamente sociedades comerciales y una firma radicada en Panamá”.
También se señaló a “una serie de figuras clave vinculadas al espionaje: Juan José Gallea, actual director de Finanzas de la Agencia Federal de Inteligencia; el abogado Darío Richarte, ex número dos de la ex SIDE durante la presidencia de Fernando de la Rúa y actual dirigente de Boca junto a Daniel Angelici; el funcionario Javier Fernández, miembro de la Auditoría General de la Nación, reconocido en Tribunales como operador judicial de la SIDE y el espía Horacio Antonio Stiuso.
La denuncia detalló que “Szpolski, y un año después también Garfunkel, actuaron como los dos ‘fronting’ del conglomerado de empresas que, en su mayoría, estaban registradas en el fisco como pymes para pagar la mitad del IVA”. La denuncia planteó que se profundice la investigación sobre “sociedades fantasmas controladas por Szpolski, que podrían estar dedicadas al lavado de dinero”.
Pese a las demandas penales y laborales en su contra, Szpolski sigue en sus oficinas de Puerto Madero, donde a principios de año intentó incursionar en una empresa de seguridad. Por su parte, Garfunkel vive en Miami, donde dice que debió exiliarse por supuestas amenazas de su ex socio.
“Habrían funcionado como un aceitado mecanismo de lavado.”