“Algún día, volverán a ser nuestras. Debemos negociar”
El autor acompañó a Néstor Kirchner en 2003 a una reunión de líderes progresistas en Londres. Allí hubo diálogo con Blair.
“Hacia fines del mes de junio de 2003, el canciller Rafael Bielsa me consultó sobre la conveniencia de aceptar una invitación del primer ministro británico, Tony Blair, al presidente argentino a participar de una reunión de líderes progresistas mundiales en Londres.
La invitación llegaba en un buen momento: por provenir del líder británico y por reunir a gobernantes identificados con –o cercanos a– la socialdemocracia. Pocos días después, el embajador Eduardo Valdés, jefe de Gabinete del canciller, me pidió que lo acompañara a Olivos para explicar mi punto de vista al presidente.
Néstor Kirchner estaba de bastante mal humor y luego de un intercambio lleno de chisporroteos con Valdés, a quien se dirigía con familiaridad, giró su mirada hacia mí y me preguntó si realmente era ne- cesario hacer el viaje.
Le dije que él era un desconocido para la mayoría de los líderes mundiales; que su concurrencia ayudaría a hacer bajar el nivel de ansiedad que el tumulto argentino venía suscitando desde diciembre de 2001 y que la cumbre, por su configuración política, era un escenario propicio para que él explicase su programa de gobierno y sus prioridades. Completé la idea rapidísimamente, porque percibí que otros temas y tormentos lo acaparaban y que podía perder su atención en segundos; le dije: “Presidente, a usted no lo conocen, hágase conocer; trate y conozca de entrada, y como igual, a dirigentes con recorrido y fama, es una suerte que se le dé esta oportunidad, a tan pocas semanas de haber jurado el cargo”. Y, no sin una cuota de osadía, agregué: “Para la Argentina esta invitación cae en muy buena hora”.
Sin decir nada, el presidente se levantó, me dio la mano y, luego de susurrar una indicación al embajador Valdés, se retiró. London, London. El sábado 12 de julio, el presidente llegó a Londres con una comitiva mínima y se alojó en la residencia oficial, en el número 49