Perfil (Sabado)

Cambiemos prioridade­s

- BARBARA BONELLI*

Por cuarta vez, el jefe de Gobierno envió a la Legislatur­a un proyecto para la creación de un shopping en Caballito. La Ciudad de Buenos Aires actualment­e cuenta con 17 centros comerciale­s.

La Comuna 6 es la tercera más densamente poblada y una de las que menos espacios verdes tiene, con apenas 1,5 m2 por habitante, lejos de los 10 m2 que recomienda la OMS. El rol del Gobierno es llevar adelante políticas para mejorarles la calidad de vida a los porteños y destinar 23.000 m2 de terreno a espacios verdes sería un buen punto de partida. No obstante, el Ejecutivo busca nuevamente que la empresa IRSA localice un shopping en terrenos linderos al club Ferro. Sin embargo, en lo que va del año, no ha presentado ningún proyecto para la urbanizaci­ón de las villas de la Ciudad.

La decisión de apoyar la construcci­ón de un nuevo centro comercial debe analizarse a partir de las externalid­ades que genera en su entorno (alteración del tránsito vehicular, mayor demanda de electricid­ad, aumento en la generación de residuos, degradació­n del medio ambiente), que a corto o largo plazo repercuten directa o indirectam­ente en las condicione­s de vida de los habitantes.

Un indicador de gran relevancia es la relación entre el espacio construido y el espacio público. Caballito se encuadra entre las comunas que peor se encuentran en este sentido. Los procesos de densificac­ión deben compensars­e con la creación de espacios públicos que atenúen el impacto urbano y ambiental. El soterramie­nto del Sarmiento en Caballito presenta una oportunida­d de ampliar los espacios verdes; localizar un shopping en ese terreno elimina esta posibilida­d.

Esta es una de las tres zonas en las que más ha crecido la construcci­ón, con una relación entre la superficie construida y la superficie construibl­e cercana a cero. Mientras los shoppings consumen gran cantidad de energía durante largos períodos, de muy diversas maneras (calefacció­n, refrigerac­ión, iluminació­n), la infraestru­ctura y los servicios del barrio se encuentran en condicione­s críticas; a nivel hidráulico, tanto las cañerías como la red de desagües pluviales se encuentran desbordada­s y, en lo que refiere a la electricid­ad, se han sufrido numerosos cortes del suministro.

Por último, la congestión en el tránsico en Caballito, como en toda la Ciudad, se siente todos los días, la propuesta de localizaci­ón del shopping es en un lugar crítico: en la actualidad, está a cuatro cuadras de una barrera del tren, y justo donde se reduce la calzada de Avellaneda de cuatro a dos carriles.

Además, es importante destacar que ni a la Ciudad ni a Caballito le faltan polos comerciale­s, a diez cuadras se encuentra la intersecci­ón entre las avenidas Rivadavia y Acoyte, con una enorme cantidad de comercios que se extienden al este y al oeste, hasta llegar a los barrios linderos de Flores y Almagro, el existente Shopping Caballi- to en Rivadavia y Riglos, y por último el centro comercial y de cines Village. De acuerdo con algunas cámaras empresaria­les, el impacto en el empleo resulta en la pérdida de 6,6 puestos de trabajo por cada nuevo generado.

Hablamos no sólo de una oportunida­d perdida en términos de una mejora en la calidad de vida de los vecinos, sino que además la titularida­d del terreno no se encuentra del todo clara por diversos pleitos legales, que acaban en una exigencia por parte de los vecinos de acceder a la escritura, que aún no se ha podido concretar.

El rol indelegabl­e del Estado porteño es el de planificar la Ciudad con vistas a mejorarle la calidad de vida a la población; la creación de un shopping no persigue este fin, por eso no debería ser una de las prioridade­s de la gestión. El ciudadano tiene que estar en el centro de la escena, y en el caso del proyecto del Ejecutivo-IRSA, está lejos de ello.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina