La Iglesia se expresó en contra y reclamó enfocarse en la pobreza
La Conferencia Episcopal Argentina tomó ayer la palabra en el debate de la reforma de la Ley Penal Juvenil con fuertes críticas a la iniciativa del gobierno nacional que propone discutir en una comisión la baja de la edad de imputabilidad. La Iglesia pidió, por el contrario, más intervenciones para atacar la pobreza y ayudar a los adictos, al recordar los tratados internacionales sobre la niñez que suscribió el país.
El comunicado de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que encabeza el padre José María “Pepe” Di Paola, señala: “No pareciera razonable que en un año electoral, y que para dar respuesta estatal a hechos delictivos de trascendencia mediática, baste reducir la edad de punibilidad de los chicos y aumentar las penas”. Reclamaron, en cambio, la necesidad de garantizar el cumplimiento en todas las jurisdicciones “del sistema de protección integral de derechos de la niñez, sobre todo en materia de derechos económicos, sociales y culturales”.
“No podemos caminar hacia una nueva ley penal juvenil, convirtiendo a los chicos infractores a la ley penal en casi enemigos sociales”, advirtieron. En el escrito también se recordaron las posiciones expresadas por la Comisión de Adicciones en noviembre, cuando pidió declarar la “emergencia nacional en adicciones” al alertar sobre un cuadro social preocupante.
La posición de la Iglesia frente al régimen penal juvenil no es nueva. En el pasado ya hubo polémicas con el menemismo y con la gestión de Daniel Scioli, cuando intentó bajar –como ahora– a 14 años la edad de punibilidad. También con el kirchnerismo, cuando esbozó una iniciativa similar en 2013.