ESTRELLAS QUE YA NO VERAS

Los clubes no sólo no han podido reforzarse a la hora de iniciar la pretemporada, sino que en medio de la crisis que vive el fútbol argentino, vieron irse a muchos de sus mejores jugadores. El caso insignia es el de un Carlos Tevez que, por distintos motivos, decidió partir a un fútbol chino que lo hará el jugador con el mejor salario del mundo: 40 millones de euros al año. Pero no es el único que mirará los partidos desde otro país. Los grandes sufrieron bajas que en la mayoría de los casos no podrán reemplazar. El River campeón de la Copa Argentina se quedó sin Andrés D’Alessandro. El enganche cumplió su préstamo de un año y volvió a un Inter de Porto Alegre, que lo tendrá como su cara en la búsqueda del retorno a Primera luego del descenso que sufrió en diciembre. Otro que dejó huella, en este caso en San Lorenzo, es Martín Cauteruccio, quien se llevó los goles al Cruz Azul mexicano. Uno que está acostumbrado a desprenderse, por muy buen dinero de por medio, de sus cracks, es Lanús. El Granate siguió con su excelente política del plantel y vendió por 10 millones al paraguayo Miguel Almirón, una de las grandes apuestas y figura del campeón del primer torneo de 2016. Su compatriota Oscar Romero, de Racing, también dejó el fútbol argentino: fue comprado por el Shangai Shenhua chino, club que lo dará a préstamo al Alavés español. En la otra vereda también se fue un jugador de Selección: Cristian Rodríguez. El Cebolla fue resistido por sus recurrentes lesiones en su estadía en Independiente, pero su calidad es indiscutible. Se fueron los cracks y no llega nadie…