Científicos preparan marcha contra las políticas de Trump
Investigadores de EE.UU. se movilizarán tras la censura impuesta por el gobierno. Buscan salvar datos sobre el cambio climático.
Tras el éxito de la marcha de las mujeres, que se celebró la semana pasada en Washington DC y que se convirtió en la más multitudinaria de la historia de EE.UU., ahora son los científicos quienes han decidido plantar cara a Donald Trump. Frente a la censura que quiere imponerles y la manipulación de sus resultados, resolvieron marchar en una manifestación masiva en la capital del país.
Para la organización de esta marcha, que aún no tiene fecha definida, se creó un nuevo movimiento social, Scientists March on Washington, como reacción a los ataques a la ciencia realizados por la nueva administración, según explicó una de las fundadoras de este movimiento, Caroline Weinberg, investigadora en el campo de la salud pública, en el Washington Post.
“Reducir la financiación de la ciencia e impedir a los científicos comunicar a la sociedad los resultados de investigaciones que se financian con dinero público es absurdo y no puede permitirse en política”, añadió Weinberg. La científica se refiere a los recortes implementados a agencias científicas norteamericanas desde la llegada de Trump a la Casa Blanca y a la mordaza impuesta a los científicos para que no informen a la sociedad de su trabajo, particularmente sobre el cambio climático, sin la autorización del gobierno.
La principal afectada por esta medida es la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), que ahora es dirigida por el que fue procurador general de Oklahoma, Scott Pruitt, firme opositor de la existencia del cambio climático. La Casa Blanca ya pidió retirar de la web de la EPA toda referencia al cambio climático, si bien luego debió dar marcha atrás y de momento la información sigue abierta.
Antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, los científicos se organizaron para exportar a servidores ajenos al gobierno toda la información relativa a investigaciones climáticas, temiendo que el nuevo gobierno la bloquease, destruyese o impidiese que fuera conocida por el público. Hasta ahora se han salvado 1,5 terabytes de datos sensibles.
La batalla de los científicos contra la nueva administración se trasladó a Twitter, el espacio elegido por Trump para lanzar sus mensajes, donde los investigadores publican informaciones sobre cambio climático para burlar la censura.
Las declaraciones del presidente Donald Trump y el “ensombrecimiento del estado de la seguridad global” hicieron el mundo más incierto, señaló el Boletín de Científicos Atómicos, que adelantó su Reloj del Apocalipsis 30 segundos más hacia la medianoche.
Este reloj, una metáfora de lo cerca que está la humanidad de destruir el planeta, había cambiado por última vez en 2015, al adelantarse de cinco a tres minutos para la medianoche. Ahora está a dos minutos y medio de la hora del cataclismo mundial. El encargado de mover las manecillas del Reloj del Apocalipsis es un grupo de científicos e intelectuales entre los que hay 15 premios Nobel. “El aumento de los nacionalismos estridentes en todo el mundo, los comentarios del presidente (de Estados Unidos) Donald Trump sobre las armas nucleares y las cuestiones medioambientales” son algunas de las razones por las que se decidió mover el minutero.