Una larga historia de enfrentamientos, críticas y reencuentros
El empresario multimillonario mexicano Carlos Slim y Donald Trump han tenido una larga historia de enfrentamientos, interrumpida por períodos de trato más cordial.
La relación empezó a causa de los vínculos que Slim tiene con el New York Times, donde es el máximo accionista. Durante la campaña presidencial, Tr ump acusó al empresario de ayudar a la candidata demócrata, Hillar y Clinton, insinuando que usó su influencia dentro del mayor diario nor teamericano para que publicaran denuncias en su contra sobre abuso sexuales a mujeres.
En un mitin de la campaña, en octubre, Trump dijo que los periodistas del New York Times eran “lobistas corporativos para Carlos Slim y para Hillary Clinton”.
Luego, el mexicano criticó en noviembre a Trump, declarando que la idea de crear un impuesto fronterizo dañaría la economía estadounidense. Pero semanas después expresó en el Foro Bloomberg más confianza en los planes económicos de Trump.
“El está pensando en una gran expansión económica para Estados Unidos, si la eco- nomía crece 4%, si quita impuestos a la clase media y crea 25 millones de empleos, eso es fantástico para México”, declaró Slim en ese evento.
Acercamiento. Los dos poderosos multimillonarios hicieron finalmente las paces cuando el presidente estadounidense invitó al empresario mexicano a cenar en su propiedad Mara-Lago en el estado de Florida. El encuentro resultó favorable, según un comentario que Tr ump h i zo a l día siguiente en su cuenta de Twitter. “Sí, es verdad. Carlos Slim, el gran empresario de México, me llamó para sostener una reunión. Nos reunimos. ¡Es un gran tipo!”, escribió.
Más allá de las palabras y de una cena, Slim y Trump han tenido vínculos indirectos en algunos negocios. El Grupo Carso, del magnate mexicano, tiene contratos con la compañía estadounidense Energy Transfer Partners para la construcción de dos gasoductos que conectan el estado de Texas con México. El CEO de Energy Transfer Partners es un prominente seguidor de Trump, que donó más de 100 mil dólares a la campaña del nuevo presidente. Para los dos magnates, “el dinero habla”.
El estadounidense acusó a Slim de publicar en la prensa denuncias en su contra