Vecinos y arquitectos rechazan las obras para ampliar el museo Sívori
El gobierno porteño quiere construir un nuevo piso, más salas y
Una inesperada polémica se generó en torno a las obras de remodelación que se están llevando a cabo en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. Se trata de una serie de trabajos que tienen como finalidad modernizar y ampliar el edificio del museo ubicado dentro del parque 3 de Febrero, en Palermo.
La controversia fue planteada por los arquitectos Liliana Guerrero y Jorge Laciana, acompañados por la ONG Basta de Demoler y la asociación vecinal Amigos del Lago. En un documento al que tuvo acceso PERFIL sostienen que el plan del gobierno porteño apunta a revestir las paredes de las salas de exposición con placas de yeso, demoler el hall de acceso, construir una nueva confitería y erigir un nuevo piso para aumentar la superficie de exposiciones. Según explica Guerrero, quien junto a Laciana estuvo a cargo de la remodelación de la casa de estilo normando y de la instalación del museo en ese lugar en 1996, el gobierno porteño impulsa una serie de trabajos que desnaturalizarían la arquitectura original del lugar.
“Este proyecto, que no cuenta con las autorizaciones para intervenir edificios de valor patrimonial, contradice el espíritu de la obra original”, afirmó de manera contundente la arquitecta en su charla con PERFIL. “Piensan revestir los bloques cementicios del inte- rior del museo con placas de yeso con el relativo argumento de que se utiliza la misma modalidad en otros museos del mundo. Con estas modificaciones están cambiando la esencia de un proyecto que ganó el premio de la Bienal de Arquitectura en 1996”, agregó.
Desde la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico, organismo encargado de llevar adelante los trabajos, aseguraron que sólo se están llevando a cabo tareas en las salas By C, depósitos, baños y arreglos de filtraciones e ingreso de agua desde el exterior. “No estamos modificando estructuralmente nada, sino resolviendo problemas museográficos y para ello no es necesario solicitar autorizaciones. En esta etapa no se está demoliendo el hall ni construyendo una nueva confitería. El objetivo es mejorar la calidad de la visita tanto en términos museológicos como de servicios”, indicaron desde la gerencia operativa del sector. “El proyecto global será remitido a la Dirección General de Interpretación Urbanística donde se tramitan los pedidos de autorizaciones pertinentes”, aseguró la misma fuente consultada por este diario.
Según las autoridades, al museo le faltan salas: “Las paredes de cemento y su baja altura dificultan el montaje de obras. Por eso se decidió cubrir con placas las paredes de las salas y sumar el área de depósito a éstas. Así, se genera una circulación fácil de 360º dentro del museo”, explicaron desde ese organismo.