Nuevos desafíos de una producción sustentable realista
Con interacción público-privada se generan proyectos de energía a partir de desperdicios con alto impacto ambiental. La mirada del Ministerio de Agroindustria bonaerense.
Desde el inicio de nuestra gestión en el Ministerio de Agroindustria de Buenos Aires nos propusimos apostar al desarrollo de la Bioeconomía pero no como un concepto romántico. La primera medida que tomamos fue crear a nivel institucional un área específica encargada de todo lo vinculado a este segmento. Hoy, luego de un año de trabajo nos convertimos también en la primera provincia del país en tener un plan de Bioeconomía.
Uno de los pasos iniciales es elaborar un mapa de la Bioeconomía de la Provincia y así identificar seis cuencas bioenergénticas. En el noroeste bonaerense, por ejemplo, predomina la producción de maíz y en esa región vamos a impulsar los proyectos que generen energía u otros materiales con los derivados de ese cereal.
El eje conceptual del área de bioenergía es transformar desperdicios con impacto ambiental en materia prima para solucionar el déficit energético. Estamos trabajando para lograr convertir el problema en una solución tangible.
A través de la interacción público-privada, logramos convocar a distintas empresas del rubro para identificar juntos oportunidades de inversión y líneas de financiamiento en proyectos bioeconómicos. También apuntamos a formar recursos humanos con competencia en todo lo vinculado a la bioeconomía y alentar la educación ciudadana sobre la producción e industrialización responsable de los recursos naturales.
Buscamos apoyar la producción de alimentos funcionales, biomateriales como plásticos der ivados de maíz o soja; biorremediación de suelos y aguas; y el desarrollo de la industria genética.
Como resultado del trabajo en equipo con especialistas y empresarios, firmamos convenios con empresas para que implementen los ensayos de producción de energía eléctrica, mediante la utilización de fuentes sustentables. La idea es generar datos específicos para la elaboración de múltiples proyectos cuyo objetivo sea aprovechar residuos de la agroindustria como aserrín, maderas, biomasa, cama de pollos, cáscaras de maní y girasol, rastrojo de maíz y trigo, y también residuos de poda municipal.
En la provincia de Buenos Aires se origina el 45% del maíz y de la soja, el 60% del trigo, el 55% del girasol y el 75% de cebada que se cosecha en todo el país. Además, está radicado el 40% del stock ganadero y la mayor cantidad de feedlots. Eso implica que tenemos mucho potencial para impulsar la generación de energía con éstos y otros productos que provienen de la producción agroindustrial. El silaje de maíz, los residuos del feedlot, el girasol y el sorgo son los que tienen mayores posibilidades de ser convertidos en biomasa para generar energía.