Macri se regaló para el cumpleaños días de golf en un paraíso
Como en su última escapada a Chapadmalal, el jefe de Estado combinó agenda pública con relax privado. Esta vez se alojó en un resort de lujo que tiene la mejor cancha de golf del país. En 50 días, ya suma 22 de descanso.
Cada cual tiene “su lugar en el mundo” y el suyo parece ser la Patagonia. Allí se escapa a descansar cada vez que puede. Sea a Villa La Angostura, donde recibió en el country Cumelén el Año Nuevo y donde se quedó de vacaciones hasta la primera semana de enero; o la increíble casa que su amigo el polémico magnate inglés Joe Lewis tiene a orillas del Lago Escondido. Y esta semana el sur volvió a ser la opción. El motivo: su cumpleaños número 58, que significó la ocasión perfecta para vel retorno.
Así fue que, tras una breve escala en Buenos Aires luego de su viaje relámpago a Brasil, Macri siguió rumbo a la Patagonia donde encaró un nuevo período de descanso que inició el 7 de febrero y hasta el día de hoy no tiene fecha de regreso, según dijeron fuentes oficiales a este diario. Aunque, aclararon, incluye una agenda pública porque el Presidente “nunca está de vacaciones”.
El lugar elegido para su estadía fue el exclusivo Chapelco Golf & Resort, adonde la primera dama llegó junto a la pequeña Antonia un día antes que el mandatario, a bordo de un vuelo de Aerolíneas Argentinas, luego de la polémica en torno al viaje que hizo a Punta del Este en el helicóptero oficiale. Y si bien había trascendido que la familia presidencial se había alojado en el hotel del complejo, lo cierto es que eligieron la privacidad de una de las casas del barrio cerrado ubicado dentro del predio.
Emplazado entre abundancia de arroyos, bosques y unas vistas impactantes de la cordillera de los Andes, entre las que se destaca la presencia del cerro Chapelco, el lugar cuenta con un atractivo más que importante para el mandatario: la mejor cancha de golf del país y una de las cien mejores del mundo, según la organización británica Top 100 Courses of The World. A 18 kilómetros del centro de la
ciudad de San Martín de los Andes y a sólo 5 minutos del aeropuerto local, sobre la Ruta 234, esta cancha fue diseñada nada menos que por la empresa dirigida por el múltiple campeón y leyenda de este deporte, Jack Nicklaus. Sus 18 hoyos, par 72, se trazaron según las normas y los parámetros de la United States Golf Association (USGA) sobre un terreno de amplias dimensiones, que ofrece una gran complejidad. Pero más allá de la cancha, el complejo cuenta con infraestructura y servicios de última generación y van visitantes de todas partes del mundo. Entre quienes estuvieron esta semana, se destaca el ex f utbolista devenido en golfista Gabriel Batistuta. Apasionado. Esta no es la primera vez que el mandatario visita el lugar. Durante su estadía en Villa La Angostura para festejar el Año Nuevo, Macri aprovechó la cercanía y se trasladó en helicóptero hasta el Aeropuerto Aviador Carlos Campos para pasar una tarde a puro golf. Cada vez que puede trata de hacerse un espacio. Lo hizo a fines de enero, cuando viajó a Chapadmalal para descansar junto a su familia en la residencia presidencial y a su vez participar de un encuentro con chicos de la Villa 31 que vacacionaban en ese comple- jo. El mandatario fue a jugar al tejo con chicos, al día siguiente, alejarse de la exposición pública y partir hacia Miramar, al exclusivo Miramar Links, un selecto centro inmobiliario, deportivo y turístico, ubicado en la Ruta 11. Acompañado por el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, Macri realizó allí algunos tiros asistido por su caddie, en un plan “cien por ciento de descanso” que al igual que ahora interrumpe con su agenda pública. Al momento del cierre de este diario, Macri había encabezado el lanzamiento de un plan de infraestructura para la Patagonia desde la ciudad de Viedma, en Río Negro, junto a gobernadores y funcionarios nacionales. Y si bien el domingo debería viajar a Chile para un acto oficial, no hay aún certezas de que lo haga.
Es la única cancha de golf diseñada en Argentina por la leyenda Jack Nicklaus