La producción de soja se sostiene a pesar del clima
Luego de las inundaciones y la sequía, la cosecha llegará a los 54,5 millones de toneladas, por sobre la previsión de 2016.
La Bolsa de Comercio de Rosario estima que la producción de soja será de 54,5 millones de toneladas, unos 2 millones de toneladas por encima de la previsión de diciembre.
Entre lo que no se llegó a sembrar y lo que fue implantado y luego malogrado, los problemas climáticos provocaron una caída en el nivel del área a cosechar de siete puntos sobre la siembra prevista hace un mes. El estrés termohídrico se cobró 450 mil hectáreas en el sudeste bonaerense. En cambio, en la región centro fueron los excesos los responsables de frustrar los planes de 720 mil hectáreas. Pese a todo esto, la primera estimación de la oleaginosa hecha sobre la condición de los lotes muestra rindes optimistas. El estado de los cultivos de soja y los recientes aportes a las reservas de agua permiten estimar un rinde promedio nacional de 29,9 qq/ha.
La vuelta del buen tiempo fue oportuna para poner un freno a las pérdidas por anegamientos desde mediados de diciembre y hasta la tercera semana de enero en la región centro, sobre todo en la provincia de Santa Fe.
En las siguientes semanas, la alta demanda atmosférica junto a la activa evapotranspiración de los cultivos de soja temprana, ya avanzando en sus estadios reproductivos, predominó en el balance hí- drico. De esta manera, disminuyó la presencia de agua en la superficie de los lotes, se pudo volver a entrar a los cuadros para los controles de malezas y plagas, y muy de a poco los niveles de las napas han ido cediendo.
Señalan desde la Bolsa de Comercio de Rosario que esto ha tenido consecuencias muy serias para la campaña. Se estiman pérdidas asociadas a los excesos hídricos en la región central en torno a las 720 mil ha, entre los planes de siembra y resiembras de soja de segunda que no ha sido posible realizar y las pérdidas de área por anegamientos totales y parciales de cuadros de sojas de primera.
Por otro lado, condiciones opuestas le restaron al sudeste bonaerense 450 mil ha al área de soja. Allí, la falta de agua, que no dejó de acechar hasta hace pocos días, agravada por las altas tempera- turas y los intensos vientos, llevó a la campaña de soja a un escenario de máxima preocupación.
A esta altura del año pasado, en Entre Ríos y buena parte de la franja este bonaerense, la limitación hídrica comprometía los cultivos. Esta vez, la falta de agua, que desde su gran foco de actuación en el sudeste de Buenos Aires amenazaba con desplegarse hacia el centro y el oeste.
Las últimas lluvias, y sobre todo la más reciente, además de un comportamiento más moderado en las regiones vulnerables de la franja central, esta vez ha alcanzado a las áreas más necesitadas.