Más de 120 muertos en una semana en Brasil por una huelga policial
Más de 120 personas murieron en la última semana por una ola de delincuencia en el estado brasileño de Espirito Santo, debido a una protesta policial por la cual los uniformados dejaron de patrullar las calles.
Debido a que las leyes prohíben a los policías realizar huelgas formalmente, desde el sábado pasado las esposas de los policías militares bloquearon las entradas de los cuarteles para impedir que los agentes puedan hacer los patrullajes de rutina.
Ante la falta de policías en las calles, la barbarie tomó cuenta de este pequeño estado de la región sudeste, cuya población está recluida en sus domicilios, mientas se denuncian saqueos y hasta el accionar de escuadrones de la muerte.
El gobernador del estado, Paulo Hartung, dijo que los huelguistas “secuestraron” a la población y se comportan como “chantajistas”, por lo que serán procesados 700 agentes que, de ser condenados, perderán el cargo policial y pueden sufrir penas de más de diez años de prisión.
Hartung advirtió que las mujeres de los policías también serán procesadas y deberán pagar el gasto que supuso desplazar cerca de 2 mil militares enviados por el presidente Michel Temer.
La metodología de protesta, que se originó en Vitoria, la capital del estado, se extendió ayer también a zonas de Río de Janeiro. Motivos. Mientras que en Espirito Santo los policías reclaman un aumento salarial, en Río protestan por el atraso en el pago del aguinaldo y de las horas extras, incluidas las que realizaron durante los Juegos Olímpicos de agosto pasado.
El presidente Michel Temer dijo ayer que “el derecho a la reivindicación no puede convertir al pueblo brasileño en rehén. El estado de derecho no permite ese tipo de comportamiento inaceptable”.
Temer llamó a los huelguistas a volver al trabajo y a negociar con el gobierno “dentro del más absoluto respeto al orden y a la ley, preservando el derecho y las garantías del pueblo que paga el salario de los funcionarios públicos”.