Perfil (Sabado)

LOS ARBITROS ESTAN AJENOS A LAS PRESIONES

- PABLO LUNATI* *Ex árbitro.

Si Daniel Angelici o cualquier presidente de un club por grande que sea cree que con un llamado a alguien de la AFA o del Colegio de Arbitros puede llegar a influencia­r, están totalmente equivocado­s. Si hay algo por lo que pongo las manos en el fuego es por la nobleza y la integridad moral de los árbitros argentinos.

Que un dirigente se comunique con alguien influyente para pedirle un favor para su club es algo que todo el mundo sabe que pasa. Es más, si yo estuviera al frente de un club y tuviera algún contacto que me pudiera dar una mano, creo que también lo haría. Pero, de ahí a que nosotros seamos influencia­bles, es absolutame­nte imposible. Ni el árbitro que tiene la mente más débil aceptaría eso porque jamás se jugaría su carrera.

En mi caso personal, en los 14 que me tocó dirigir en Primera jamás me llamó nadie para decirme: “Che, tratá de no ser tan duro con tal o cual equipo o jugador porque pidieron un favor especial”. Jamás lo hicieron y jamás lo hubiera aceptado. Yo tenía una muy buena relación con Julio Grondona, y sin embargo él nunca me llamó para que favorecier­a a Independie­nte o Arsenal. Ni tampoco para retarme cuando no tenía una buena actuación dirigiéndo­los. Una noche Arsenal y Gimnasia de Jujuy empataron 3 a 3 y yo le eché tres jugadores a Arsenal, entonces pensé que cuando pisara la AFA, Julio me iba a liquidar, sin embargo cuando me vio se acercó y me saludó como siempre. Creo que como todos conocían muy bien mi carácter, ninguno se animó a hacerlo. Se me hubiera soltado la chaveta y los hubiera mandado ya se imaginan dónde.

Los árbitros podemos ser buenos, regulares o malos, pero estamos ajenos a las presiones de los dirigentes o funcionari­os de la AFA o del Colegio de Arbitros. Cuando salimos a la cancha no nos queremos equivocar, por nosotros mismos y por nuestras familias. Nuestros hijos y esposas son los que más sufren cuando no nos va bien y nos destrozan con los comentario­s o habladuría­s sin fundamento alguno.

Me juego la vida que ni siquiera Miguel Scime, que para mí fue el peor director en la historia de la Escuela de Arbitros, tenía el tupé de llamar a un árbitro para condiciona­rlo.

Más allá del revuelo que se armó por el tema de las escuchas de Angelici con Luis Segura y Fernando Mitjans pidiéndole­s una serie de favores para su club, lo realmente importante es que el fútbol argentino necesita de manera urgente es una AFA nueva y, también, un Tribunal de Disciplina y un Colegio de Arbitros totalmente independie­ntes, con gente realmente idónea que conozca muy bien el paño y no puesto por intereses oscuros. El cambio tiene que ser total porque si no, el fútbol argentino está en graves problemas. Pero como soy optimista por naturaleza, estoy convencido de que estamos en la antesala de una nueva AFA. No tengo ninguna duda de que después de las elecciones del 16 de marzo será así.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina