En un mes, aumentó un 40% la venta de bolsas de residuos
Según la industria plástica, el 75% de las bolsas verdes o negras
Con la resolución que entró en vigencia el 1º de enero en la Ciudad que establece que los supermercados no pueden entregar más bolsas plásticas livianas –tipo “camiseta”– en las líneas de caja, los consumidores porteños no sólo debieron reincorporar el changuito o las bolsas de tela para transportar sus compras: también sumaron a sus listas las bolsas de residuos, ya que las verdes y negras que no se entregan más eran reutilizadas, en su mayoría, para ese fin.
Según datos aportados por la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP), durante el mes de enero la venta de bolsas de residuos “se incrementó en un 40% y estimamos que se duplicará con el correr de los meses”, dice a PERFIL Sergio Hilbrecht, vocero de la organización.
Según el sector, la entrada en vigencia de la resolución 341/16 de la Agencia de Protección Ambiental porteña generó “un cambio importante” para los consumidores, que reutilizaban alrededor del 75% de esas bolsas verdes o negras para separar y sacar la basura.
Con la demanda de bolsas de residuos en alza, fábricas de plástico como NeedFor Plast, que hasta ahora no las producía, las está incorporando a su portafolio de productos. “Si bien era un rubro que no cubríamos, ahora lo estamos encarando porque la situación es grave para el sector”, explica Adrián Blanco, gerente comercial de la empresa que lleva treinta años en el mercado.
Desde CAIP, agregan que que este cambio afectará además “el bolsillo de los consumidores”, porque las bolsas de residuos “cuestan seis veces más” que las que se vendían en la caja de los supermercados. En este contexto, fabricantes como WorldPlas o Gui-Pol aseguran que la producción “aumentó”, pero “por ahora, los precios se mantienen iguales” a los de diciembre (van en promedio entre los $ 55 y 100). Desde Asurin, la empresa líder del sector, advierten por su parte que todavía es “muy reciente la aplicación de la ley para medir sus efectos” en la industria. Polémica. Este nuevo hábito también plantea consecuencias ecológicas. “Son más grandes y gruesas, por lo tanto este pretendido objetivo medioambiental no es tal”, afirma Blanco. Hilbrecht coincide: “Es cierto que las bolsas tienen menor vida útil pero tienen mayor posibilidad de uso y reciclado”.
Según un estudio, de 2015, sobre la calidad de residuos sólidos urbanos de la Ciudad de Buenos Aires, los desechos plásticos sólo representan el 12,60%, y las bolsas plásticas, un 0,16%. Más allá de los resultados que el gobierno porteño dio tras un mes de implementada la medida (ver aparte), la industria plástica asegura que la clave está en la “concientización y educación ambiental, más que en la prohibición del uso de las bolsas”.