EL LLAMADO DE LO SALVAJE
Más intimista y vaquera en la ribera norte, y más lúdica y explosiva en la costanera sur, la zona del inmenso lago que comparten California y Nevada es la apretada síntesis de lo bien que se puede vivir junto a la naturaleza. NON STOP
Extendiéndose a ambos lados de la frontera entre Nevada y California, el inmenso óvalo azul cobalto de Lake Tahoe, sin congelarse debido a su profundidad, resalta contra las montañas coronadas con nieve como ojo colosal que contempla al cielo. La inmensidad del lago sólo puede asimilarse estando ahí o, mejor aún, esquiando en la docena de resorts que lo rodean, con pistas como blancas cascadas congeladas cortando montañas alineadas con abetos. Lake Tahoe tiene dos áreas distintivas: el lado norte, donde cabañas vaqueras chic miran hacia una tranquila línea costera; y South Tahoe, que reboza de casinos, clubes y un montón de nuevos y elegantes hoteles boutique que se ciernen sobre el lago. Esquiar a ambos lados en un fin de semana es una empresa ambiciosa, pero el espíritu virginal del lago y sus sorprendentes contrastes son suficientes
Día 1. Cantando con sir Paul McCartney
Boreal, adorado por los jóvenes locales por sus íntimas pendientes y por el centro de entrenamiento Camp Woodward, ilumina sus pistas de poco más de kilómetro y medio de longitud para esquiadas nocturnas hasta las 21. Tome la aerosilla hasta 2,225 metros de altura y espere a que emerjan las estrellas mientras labra el paso entre los abetos de regreso al valle. El boleto nocturno de la aerosilla cuesta US$ 29; la sesión de dos horas de descenso en neumático vale US$ 34. El viejo pueblo ferroviario de Truckee, con su vibra hippie de lujo, es el nexo cultural y
Coordenadas: el lago Tahoe se nutre del río Truckee, sobre la Sierra Nevada. En algunos puntos alcanza los 500 metros de profundidad. Tiene 110 km de costa y 182 pistas de esquí.
La mejor ruta: se encuentra a 45 minutos del aeropuerto internacional de Reno. Desde allí, el Tahoe Express lleva a diversos hoteles de norte y sur.
Hospedaje: el Landing Resort & Spa es la vanguardia de las posadas remodeladas en South Lake Tahoe. Está a diez minutos de la aerosilla Heavenly. La doble, desde US$ 1.840. de vida nocturna con la Costa Norte. Para una perspectiva general rústica de este colorido pueblo, acomódese en Cottonwood Restaurant, un sitio acogedor situado junto a un acantilado, sobre el río Truckee. La cena para dos, US$ 65. Para los verdaderos sibaritas está el restaurante Trokay, sobre la calle principal de Truckee, donde se sirven platos locales como carne de venado, que cuestan el doble. ¿Todavía está despierto? Camine una cuadra hacia el norte para entrar al centro de la vida nocturna de Truckee: Moody’s Bistro Bar and Beats, localizado en un cómodo nicho del Truckee Hotel de la era victoriana. Pruebe un suave Negroni añejado en barrica (US$ 14) o un ron caliente para acompañar las coloridas presentaciones musicales locales del tipo “pase lo que pase” (Paul McCartney, quien vacaciona regularmente en Tahoe, se ha sumado un par de veces).
Día 2. Esquí con remera
Con un laberinto de pistas de esquí de dificultad media, la sensación fuera de pista del Backside y los parques recreacionales temerarios, Northstar quizás sea la más amigable para las familias de las diversas pendientes de Tahoe. Habiendo salido recientemente de una actualización y expansión de cuatro años con un costo de 30 millones de dólares luego de haber sido comprada por Vail Resorts, de hecho tiene excelente nieve aun en un día cálido para esquiar en remera, gracias a máquinas de primera para hacer nieve que se ven como si hubieran salido de una película de Star Wars. El pase de un día para adultos cuesta US$ 120. Una de las
incorporaciones más interesantes de Northstar ha ocurrido a media montaña con el Ritz-Carlton. Allí, en el restaurante Manzanita, eche un ojo a la extensa carta de vinos, rica en variedades de uvas del norte de California. El almuerzo para dos, US$ 90. Vuelva al auto y baje por la Ruta 89 hacia South Lake Tahoe mientras hay luz; el camino que serpentea por el lado oeste del lago recuerda a la película El resplandor. Intente ver el ocaso en la salida Inspiration Point, 56 kilómetros al sur de Northstar, sobre la Bahía Esmeralda. Desde allí, 183 metros por encima de la costa, los riscos de la isla Fanette parecen un barco fantasma sobre el agua. El antídoto para la vida deportiva de montaña es un paseo desde las calles cubiertas de árboles de South Lake Tahoe hasta cruzar la línea fronteriza estatal de Nevada y entrar a la incongruencia de la franja de casinos iluminada con luces de neón estilo mini Las Vegas en el lago, donde el alcohol, las apuestas sin parar y el humo de cigarrillo probablemente se parecen mucho más a la visión original de la gente de Tahoe del 49 que los centros para esquiar.
Día 3. De estado a estado
Heavenly Mountain Resort se extiende a ambos lados de la frontera entre Nevada y California, con excelente terreno variado. Esquiar entre estados ahora es más fácil gracias a la extensión de 2012 de la pista Skyline Trail, que corre sobre la cordillera por arriba del resort. Para la que tal vez sea la pista más icónica de Tahoe, esquíe bajo la aerosilla Sky Express directamente hacia el lago (pases diarios, US$ 115). La vibra cool californiana de Tahoe viene con acento bávaro en el paisaje après ski de Himmel Haus. Acurrúquese junto al rugiente fuego para probar cerveza teutónica de barril y pretzels con mostaza. Una amplia gama de personajes locales se asoma para intercambiar historias exageradas de la montaña.
Baje por la ruta 89; el camino recuerda a la película El resplandor