María Julia Alsogaray y Matilde Menéndez, juntas en una fiesta
La residencia oficial de una embajadora que aunque es de las que tiene alto perfil, esta vez, solamente facilitó los salones de la planta baja de su casa para una celebración privada. Un amplio portón que permite ingreso directo, seguridad y una esquina que si bien tiene alto tránsito vehicular, el flujo peatonal es discreto. Mucho más en una noche previa a un feriado largo. Es decir una sucesión de factores que hacían casi una descortesía enviar un tarjeta para excusarse de no asistir.
Y así fue que María Julia A lsogaray se convirtió en una de las mujeres que participó del cumpleaños que Walter Ramírez Moyano organizó en la embajada de Italia con la venia de su “dueña temporaria”, Teresa Castaldo. Sin estridencias de vestuario y con andar discreto saludó al anfitrión y a Chela, la madre de éste, con mo a una conocida de larga data. Luego, alguna que otra conversación de esas que se tienen en un ambito donde confluyen gente que o han tenido algún pasado en común muy activo, o personas que con el paso del tiempo, lo que más tienen en común es saber dejar para reuniones más acotadas y privadas, charlas o comentarios de temas sensibles que pudieran llegar a oídos menos discretos y, finalmemnte, en medios impresos o redes sociales.
En los pr imeros días de octubre de 2016 la Justicia le concedió a María Julia Alsogaray la posibilidad de cumplir en prisión domiciliaria los dos tercios de la condena unificada de cinco años que se le impuso por hechos de corrupción cometidos durenta la presidencia de Carlos Menem.
Ni con ese fallo favorable, la ex funcionaria menemista rompió su política de no conceder entrevista alguna. PERFIL lo intentó en ese momento y varias veces desde entocnes pero su secretaria comunicó siempre una educada negativa. El ciclo de alto perfil protagonizado en los años 90 culminó hace rato. Prefiero una vida alejada de cualquier atisbo que la ubique en un primer plano.
Casualmente en el cumpleaños, se cruzó con otra ex funcionaria menemista: Matilde Menendez quien, a pesar de las denuncias por corrupción que se llevó por su gestión como directora del PAMI, nunca pasó más allá de tener que declarar ante la Justicia.
Ambas fueron funcionarias de Menem pero nunca más ejercieron cargos públicos