Condon y Watson reinventan un clásico
La versión de Disney de 1991 del cuento de hadas que Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve dio a conocer en el siglo XVIII fue la primera película de animación nominada al Oscar y se llevó dos estatuillas. Con esos antecedentes, el director Bill Condon ( Chicago, Dreamgirls) dudó cuando le ofrecieron realizar la actual con actores e inspirada en aquella producción.
Lo concreto es que Condon consiguió casi lo imposible: reinventar el cuento, con algunos mínimos cambios a los personajes que les aportan una dosis de actualidad y los vuelve más verosímiles. La Bella de Emma Watson es una heroína valiente, con una impronta feminista, que no se asusta ante nada, ni siquiera cuando intenta curar las heridas de la Bestia, que le salvó la vida al defenderla de una hambrienta manada de lobos. Mientras que el galán del pueblo, Gastón, resulta bastante violento y maltrata a Bella, su fiel compañero LeFou parece tan atraído por Gastón como éste por Bella.
Lo cierto es que la versión actual de Condon es un musical como el de Broadway muy bien trasladado al lenguaje cinematográfico. Los acertados y muy bien utilizados efectos especiales revalorizan su contenido épico-romántico y sostienen con refinados recursos narrativos su legendaria moraleja.
Quizás más inclinada a los ocres en lugar de las coloridas imágenes que ofrecía la de 1991, la versión actual subraya el costado ominoso de la Bestia, que detrás de su fachada esconde a un príncipe que fue víctima de un hechizo.
Ambientada, como el original, en el pueblo de Villeneuve, aporta sugestión y un ensamble de secuencias que adquieren tal vez su punto más alto en el baile de los ex habitantes del castillo del príncipe, que debido al hechizo fueron convertidos en relojes, candelabros, teteras, tazas y armarios que hablan y logran convencer a Bella de que, a pesar de su temible figura, la Bestia necesita volver a enamorarse para deshacer su hechizo.
El casting de intérpretes resulta una admirable mezcla de veteranos actores junto a nuevas figuras. Emma Watson, la ex Hermione de Harry Potter, es una especie de Julieta capaz de no temer a nada.