Un drama sobre la culpa de padres e hijos
Dirección: Miguel Angel Rocca Guión: Maximiliano González y Miguel Angel Rocca Intérpretes: Jorge Marrale, Mercedes Morán, Matías Mayer, Nicolás Francella, Luis Machín, Alejandro Paker y Antonella Acosta Origen: Argentina (2017) Duración: 95’
Miguel Angel Rocca tiene una vasta trayectoria como productor y varios films entre sus créditos, en los que como éste intenta iluminar algunas de las zonas más oscuras del ser humano.
Acá la relación padre-hijo adquiere un dramatismo inusitado, cuando un hombre pierde a su hijo en una entradera. A partir de ese momento la venganza del hombre por esa pérdida injusta, inesperada, se transforma no sólo en una cacería para vengarse y buscar al asesino, también en una dolorosa y muy triste reflexión sobre la culpa.
Gustavo y Cristina, ambos profesionales de clase media acomodada, tienen un hijo adolescente, Facundo, que estudia y es gay. Como en toda familia, siempre hay situaciones que se callan, una de ellas es quizás el saberlo, pero no hablarlo, sobre las inclinaciones sexuales del hijo, que el padre parece no aceptar, o al menos intenta comprender y no le es fácil.
Ese hecho provocará más tarde en Gustavo una desazón y dolor, que lo lleva a preguntarse qué ocurrió en su vida, tal vez, para no animarse a un diálogo abierto con el hijo. También acá juega un papel interesante el silencio de la madre. La relación entre Gustavo y el joven asesino en la cárcel resulta inquietante, cuando el primero intenta averiguar el paradero de ese otro padre de gatillo fácil, que está prófugo. En esa relación asimétrica el guión sostiene un entramado de situaciones en su mayoría convincentes, cotidianas, de diálogos creíbles, aunque por momentos algunos personajes hubieran necesitado un mayor espacio en la pantalla.
Pero ésa no fue la intención, sino deslizar la cámara por la radiografía de ese padre al que pareciera mantener vivo, la obsesiva búsqueda del asesino, la que lo lleva a replantearse no sólo su conducta, sus creencias sobre algo que no pudo controlar. El actor Jorge Marrale es el pilar de este drama bien contado.