De editora de ‘Vogue’ a condecorada por la reina
Agitada semana la de Anna Wintour. Involvidable también. El lunes, la editora de Vogue (Estados Unidos) fue anfitriona de lo que es a nivel global la fiesta de la moda más importante del mundo. Al menos ese universo que comprende no sólo a los famosos necesarios para que la alfombra roja tenga una categoría similar a la de los premios Oscar sino también a caras menos reconocibles para el público en general pero que son los responsables de hacer que las creaciones que se ofrecen en las pasarelas de Nueva York, París, Londres o Milán sean el aspecto más glamoroso de una industria que mueve miles de millones de dólares. Y en esa celebración que se realizó en el Museo Metropolitano, Wintour recibió a cada uno de los invitados como en la sátira que Meryl Streep hizo de ella en El diablo se viste de Prada.
Días después, en Los Angeles, y sin estar ella presente pero sí famosos y diseñadores, participaron de la fiesta de lanzamiento de una publi- cación dedicada al negocio de la moda que dedicó su tapa a Anna.
Y ayer en Inglaterra –su país natal–, la reina Isabel II la nombró dama del Imperio Británico por su contribución a la moda y el periodismo. Wintour no es la única periodista de la familia; su padre fue por muchos años editor en varios diarios ingleses.