La cumbre del G7 expone la grieta que separa a Donald Trump de sus aliados
En su primera jornada, el grupo sólo logró acordar un texto sobre el terrorismo. Cambio climático, comercio y crisis migratoria, los temás más ríspidos de la agenda en común.
Los líderes de los siete países más industrializados acordaron ayer en Taormina, en Sicilia, pedir medidas contra el terrorismo en internet, al término de la primera jornada de reuniones conjuntas y encuentros bilaterales.
Los líderes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Canadá, Italia, Reino Unido y Japón adoptaron una declaración contra el terrorismo tras el atentado del lunes en Manchester, que causó la muerte de 22 personas, entre ellos varios niños y adolescentes.
El G7 pidió a las grandes compañías que dominan internet y las redes sociales mayor compromiso para eliminar los contenidos extremistas.
“Alentamos a las empresas a actuar con urgencia para desarrollar y compartir nueva tecnología e instrumentos que mejoren la detección automática del contenido que incita a la violencia, y nos comprometemos a apoyar los esfuerzos de las compañías”, sostiene el texto, promovido por la primera primera ministra británica Theresa May.
El tema de la lucha antiterrorista es uno de los asuntos que une, ya que los siete han reconocido la necesidad de combatir juntos ese flagelo. Cumbre difícil. Pese a las sonrisas de los líderes del G7 para la foto oficial, ante el majestuoso teatro griego de Taormina, quedan muchas divergencias y asuntos pendientes.
Por primera vez en más de cuarenta años de cumbres, cuatro de los participantes, el presidente estadounidense Trump, la primera ministra británica May, el presidente francés Emmanuel Macron y el italiano Gentiloni, debutan en la selecta reunión de las democracias más industrializadas.
“No hay dudas de que es uno de los G7 más difíciles”, adelantó ayer el presidente del Consejo de Europa, Donald Tusk.
Esta cumbre, además, es considerada una prueba clave para medir a la nueva administración estadounidense y saber si Trump implementará sus controvertidas promesas de campaña a favor del proteccionismo económico.
Se trata del otro gran tema que genera discordia. Estados Unidos anunció también que quiere revisar el papel como árbitro de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los llamados “sherpas”, es decir los asesores de las delegaciones, negocian sin descanso varios puntos de una declaración común que se conocerá hoy.
Trump, al contrario que sus aliados, defiende el proteccionismo y adelantó antes de llegar que viene a denunciar las prácticas desleales en el comercio internacional.
Refugiados. El drama de los refugiados es otro de los temas que enfrentan a Trump con sus pares del G7.
Pese a ello, Italia, que ocupa la presidencia de turno del grupo, quiso traer al primer plano la crisis migratoria, para buscar una salida conjunta.
Sicilia es uno de los frentes de la crisis migratoria en Europa, el punto de llegada para la mayoría de los 180 mil inmigrantes que tocaron suelo italiano el año pasado, y la razón por la que el gobierno italiano escogió este lugar para celebrar la cumbre.
Gentiloni invitó a los líderes de cinco países africanos –Túnez, Níger, Nigeria, Kenia y Etiopía–, de donde provienen gran parte de los migrantes y refugiados. El G7 discute un acuerdo para encarar tanto la emergencia como el fenómeno migratorio a largo plazo.