LA LESION DEL ALERO FUE LA EXCUSA A LA QUE RECURRIO LA FRANQUICIA PARA JUSTIFICAR SU ELIMINACION. PERO SONO A POCO PARA UN EQUIPO QUE SE JACTA DEL JUEGO COLECTIVO. SPURS, LEONARD Y DESPUES
Como todos los tangos, éste es t r iste. Y como todos los tangos, hace obsesiva, per pet ua, me - lancólica alusión a un pasado que no vendrá, salvo que un héroe llegue para vengar las injusticias. El héroe se llama Kawhi Leonard, las injusticias son los resultados adversos, y semejante psicodelia no puede ser descartada porque, por más que se trate de un tango, está ambientado en la implacable geografía de Texas.
Una geografía –el sur– a la que ha recurrido el entrenador de San Antonio, Gregg Popovich, cuando se ha quejado de la malicia con la que, según él, Zaza Pachulia, el pivot de Golden State, lesionó a Leonard. “Lo que hizo Pachulia es peligroso y antideportivo, y este individuo en particular tiene un historial en la materia”, dijo. Y agregó: “¿A quién le importa un bledo si fue su intención? Si sos texano y asesinás a alguien, vas preso aunque no haya sido tu intención”.
Repasar las imágenes de la lesión de Leonard en YouTube sirve para magnificar cuán injustas y exageradas fueron las palabras de Popovich, uno de los técnicos más sabios de la historia del básquet y, también, como hombre verticalista y autoritario –un modelo opuesto al de Phil Jackson y al de Steve Kerr–, uno de los menos dados a reconocer virtudes en los rivales que enfrenta.
Allí donde Jackson verá una falla de motivación o un error en la planificación ofensiva, el ex entrenador de Bruce “el Sucio” Bowen encontrará un problema defensivo y, sobre todo, algo que San Antonio pudo haber evitado enfrentara a quien enfrentara. Pero Golden State es tan virtuoso que Emanuel Ginóbili declaró: “Es la derrota menos dura que sufrí en mi vida, porque me superaron ampliamente en todo aspecto”.
Sin embargo, previo a la barrida que los Spurs sufrieron sin Parker y sin Leonard, San Antonio había jugado unos playoffs fantásticos. Allí se impuso 4 partidos a 2 tanto en la primera como en la segunda ronda del Oeste, contra los Memphis Grizzlies y los Houston Rockets, respectivamente.
Si el primero, más físico y defensivo, y el segundo, una inclemente máquina ofensiva, no pudieron contra el equipo de Popovich, fue no sólo porque los Spurs contaron con la rapidez de Parker y con la espectacular versatilidad de Leonard, sino también con el tiro a media distancia y los rebotes del estelar LaMarcus Aldridge, con los triples de Patty Mills, con los pases imprevisibles de David Lee y con la fina inteligencia de Pau Gasol.
Contra el equipo de Stephen Curry y de Kevin Durant, todas esas cualidades faltaron a la cita. Y el juego colectivo albinegro se esfumó hasta hacerse dependiente de un solo jugador. Así no se hace patria.
EL JUEGO ASOCIADO NO FLUYO EN LAS FINALES CONTRA LOS WARRIORS