“No quiero ser tapa de revistas por mis novias”
El actor se juega en teatro con Ibsen, en tele con Stagnaro y en cine, por una carrera presitigiosa. Valoriza sus inicios con Cris Morena y su hoy con actores de los que aprende como Depardieu.
Tiene 26 años y, como parte de equipos creativos de Cr is Morena, ya llenó estadios; luego actuó en teatro, cine y televisión, y compartió elenco con Mirtha Legrand, Luis Brandoni, Guillermo Francella, y en el ámbito internacional, con Gérard Depardieu. Es Peter Lanzani, quien todos los martes a las 21 en el Cultural San Martín (Sarmiento 1551) hace, bajo dirección de Julio Panno, El emperador Gynt, de Flanklin Caicedo y Lito Cruz, basada en Peer Gynt, de Henrik Ibsen. Es el mismo actor que llamó la atención en El clan (dirigida por Pablo Trapero) y el mismo que estrenará el 15 de junio Sólo se vive una vez (ópera prima de Federico Cueva) y que prepara la miniserie de Telefe Un gallo para Esculapio (creada por Sebastián Ortega).
—Tu personaje actual y también A lan Strang, de “Equus”, que hiciste un par de años atrás, y Alejandro, en “El clan”, transitan por zonas oscuras del ser humano…
—El de El emperador Gynt es un personaje completamente ególatra. Además, dentro de la obra hay un montón de otros personajes [que interpreta el propio Lanzani] que son pura luz. Está esa contradicción de la oscuridad y de la luz que tenemos todos, fuerzas que chocan constantemente y son difíciles de controlar. En Equus, el protagonista vive una pasión, viene de una familia donde no lo cuidaron, pero tiene luz en su confianza: es una metáfora enorme.
—¿Qué diferencias encontrás entre tus trabajos iniciales con Cris Morena y tus desafíos más recientes? —Profesional siempre fue todo. Con Cris se labura de manera completamente profesional; se aprende canto, baile, actuación. La diferencia es que aquellos eran proyectos más volcados a algo adolescente, y hoy hago personajes un poco más oscuros. Fui aprendiendo cosas por mis experiencias vividas.
—¿Cómo te llevás con el mote de haber sido “un chico Cris Morena”?
—Con ella mantengo una excelente relación, pero no soy ni de uno, ni de otro ni de nadie. Soy de los proyectos que voy haciendo.
—Luis Brandoni, Mirtha Legrand, Guillermo Francella, Gérard Depardieu… ¿Cómo vivís los encuentros en tu corta carrera con actores que son casi una leyenda?
—Me fascina ser actor. Cruzarse en la carrera con actores de tal magnitud y talla es una oportunidad increíble. Antes de ser talentosos, tienen muchísima carrera y oficio. Trato de ser una esponja y aprender de ellos. Es de las mejores universidades que, como actor, puedo tener. —¿Cómo los definirías? —Beto Brandoni es el oficio, la comedia, el talento. Mirtha fue mi abuela [en La dueña, por Telefe], va a ser [siempre] mi abuela. Es una persona superinteligente, sabe muy bien dónde está parada. Depardieu es magia, una eminencia, con todo ese cuerpo actoral que tiene, esas caras, esa intención. Y tiene muy buen sentido del humor. Y Francella es de las personas más graciosas que conocí.
—¿Qué te genera ver tu vida personal en los medios (romances con Lali Espósito, con Tini Stoessel)?
—No me gusta que se sepa de mis cosas personales. Considero que son para mí. Me mantengo alejado de todo eso y fiel a como a mí me gusta mostrarme. No soy yo el que hace una tapa de revista como para verme ahí con ella [con mi pareja], no es algo que disfrute. Si quieren sacar una foto robada... a mí me gusta ser una tapa por la obra que actúo. No he hecho tapas con mis ex novias. No me veo haciéndolas. [Pero] nunca digas nunca.
“Con Cris Morena se aprende canto, baile y actuación. Se labura como un profesional.”