Alquileres sospechosos y fondos para una automotriz
Omisión, vaciamiento, movimientos sin autorización. Esos son algunos de los puntos que señaló la fiscal Gabriela Boquín en un nuevo dictamen que compromete el manejo que tuvo el Grupo Macri al controlar el Correo Argentino.
Boquín también ahondó en otro punto fundamental: la empresa, que admintió que no poseía activos líquidos para enfrentar gastos y pagar sus deudas, invirtió fondos en otra empresa de los Macri. Correo derivó más de US$ 2,2 millo- nes “invertidos en la compañía automotriz Chery”. Se trata de la firma china, que utilizó Franco Macri para regresar al negocio automotriz luego de tomar distancia de Sevel. Aunque por un lado Correo decía que no tenía activos, por otro lado inyectaba capitales en Chery, que “a la fecha (diciembre de 2015) no le había generado dividendos”. Fue pura pérdida. Para la fiscal, la conducta de la empresa podría “importar un vaciamiento realizado en beneficio de la accionista Socma Americana SA”, esgrimió. A lo largo de 34 páginas, la funcionaria detalló las maniobras irregulares en las que habría incurrido la firma del grupo Macri. La primera, una serie de pagos a Sideco Americana, SA (otra firma del grupo) y que implicó el pago de alquileres millonarios, que según explica Boquín en su escrito: “No sólo no fueron autorizados, sino que fueron practicados sin el control de la sindicatura y del tribunal”. Los alquileres superaban los 144 mil pesos. Los datos que maneja la funcionaria y los que dio la empresa tienen diferencias tanto en el monto abonado como en los tiempos que se produjo el alquiler y en la duración del contrato. “La concursada no pidió las autorizaciones correspondientes para alquilar un inmueble de su controlante en un acto que claramente excedía su giro, además de ser un acto sobre un bien registraba que favorecía a su controlante Sideco”, explicó.