Polémica en ARBA por la quita de un plus salarial en casos de licencia
Pese a dirigir la agencia impositiva que por lejos más recauda en la Argentina, Gastón Fossati logró mantener un perfil bajísimo a lo largo de su año y medio de gestión bonaerense. Su anonimato, sin embargo, se alteró en los últimos días, a partir de una resolución resistida por los gremios, la Defensoría del Pueblo y especialistas de Cippec. En línea con los objetivos del Ministerio de Modernización nacional, Fossati resolvió que los empleados de ARBA (más de seis mil) pierdan un plus por productividad, en caso de que tomen licencias, incluidas las de maternidad y adopción.
“Apunta a premiar la productividad y reconocer el compromiso de los agentes que más trabajan”, afirmó Fossati. Frente a ciertas críticas, el funcionario de Vidal destacó que “promover la eficiencia de nuestros recursos humanos es fundamental para mejorar los servicios a los contribuyentes”.
Ese incentivo es un premio cuatrimestral por productividad, previsto en la ley de creación de ARBA en 2008. “Se diferencia del salario, las licencias y los derechos del Estatuto para el Personal de la Administración Pública”, aclararon desde la agencia. El gremio AERI, que agrupa a gran parte de los empleados de ARBA, dijo que si bien no se opone a que se reglamente ese plus, “las licencias por adopción, maternidad o accidentes de trabajo, entre otras, deben estar exceptuadas”.
Sin familiaridad previa con la gestión pública, Fossati es el arquetipo del funcionario que arribó al Estado desde la empresa. Vidal no tenía a quién designar en un organismo clave como la Agencia de Recaudación bonaerense: del total de impuestos que reciben las provincias, ARBA recauda el 55%. Con su equipo, le propusieron al peronista Iván Budassi, que continuara en el cargo.
Ante su rechazo, el actual jefe de Gabinete de Vidal, Federico Salvai, pensó en un plan B: su amigo Fossati, con quien a su vez comparte la pasión por los deportes extremos. Fossati es jujeño, tiene 41 años y es contador público. Antes de llegar a ARBA, trabajó para la consultora Price Waterhouse Coopers, hasta que fundó una propia: Malumian & Fossati.