Un espacio porteño para decirles adiós
En la Ciudad, hay 14 perros y ocho gatos domésticos cada cien porteños. Sin un espacio público para inhumar los restos de esas mascotas, el legislador Diego García Vilas (Confianza Pública) presentó un proyecto de ley que propone la creación de un cementerio público de animales domésticos. La iniciativa, presentada a principios del mes pasado –y que aún aguarda ser tratada– determina que la autoridad de aplicación de la ley será el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que “controlará que dichas tareas se realicen bajo una conducta adecuada al lugar sin contrariar las normas de sanidad vigentes”. También, de un espacio para que las familias puedan ir a rendirles homenaje.
“Presentamos el proyecto partiendo de una cuestión sanitaria. La gente no sabe qué hacer cuando sus mascotas mueren. Si bien muchos lo dejan en sus veterinarias para que sean retirados como material patogénico, muchos otros lo tiran a la basura o los entierran en parques o plazas –ya que no cuentan con los recursos necesarios para hacerlo en un cementerio privado– con todo el riesgo de enfermedades de origen zoonótico que ello implica”, asegura García Vilas. La norma prevé un servicio de cremación “optativo, salvo en los casos donde la causante de muerte pudiera afectar las condiciones sanitarias”. Tanto el entierro como la cremación del animal tendrá un canon de pago, que no está definido.
“La Ciudad considera cada vez más a las mascotas como parte de las familias”, concluye.