DOS TEMAS POLEMICOS
A.M. —¿Cómo es su relación y visión sobre las compañías discográficas?
—No sé en Argentina, en Sudamérica, pero en Italia la industria discográfica –no me gusta decirlo– está muerta, o al menos moribunda. Esas empresas no han sabido desenvolverse frente a los grandes medios, Facebook y esas cosas; dejaron que todo eso invadiera el mercado, sin hacer nada. No se venden más discos. Se venden en otro sistema, se venden de otra manera, pero el disco está muerto. La discografía italiana, los editores, tienen una culpa grave; no han sabido adecuarse. Estoy muy enojada, no por mí, ya que incluso estoy por sacar un disco, por el gusto de sacar uno de los quizás últimos de mi vida. Pero ellos han dejado morir todo esto.
—¿Cómo observa Italia, en relación con el avance del terrorismo en Europa?
—Es un problema gravísimo. Pero los italianos tenemos un problema más grande. Llegan a nosotros centenares de inmigrantes. Nosotros tenemos el poder de recibirlos pero no como lo estamos haciendo ahora. La culpa es de los gobernantes, que se pelean y no saben cómo enfrentar el problema. Si tú escapas de la guerra, tenemos el deber de acogerte. Pero si vienes sin documentos, debo saber de dónde vienes, qué quieres; tienes que aprender mi lengua y debo darte trabajo. No pueden venir grupos de jóvenes robando, abusando sexualmente; esto es en un país civil. Si no comprendemos que el fanatismo del islam llevará a la destrucción… esto es un problema gravísimo.