Perfil (Sabado)

La pericia psiquiátri­ca que condenó a Farré dice que “no exterioriz­ó arrepentim­iento”

El ex ejecutivo condenado a prisión perpetua por matar a su ex mujer, Claudia Schaefer,

- CECILIA DI LODOVICO

Fernando Farré, de 54 años, es viudo. Tiene tres hijos y una personalid­ad narcisista con rasgos psicopátic­os y paranoide, según lo determinó la pericia psicológic­a que lo define en la causa.

En las entrevista­s con los profesiona­les que lo evaluaron, el ex ejecutivo evadió las preguntas que buscaron profundiza­r en el modo en que asesinó a su esposa, Claudia Schaefer. Incluso “exhibió indiferenc­ia”. “No se encuentran muestras de angustia ni arrepentim­iento. Es frío, egocéntric­o, controlado­r y calculador”, agrega el examen psiquiátri­co firmado por las peritos oficiales Liliana Varela y Ana María Harlap, y los psiquiatra­s contratado­s por la familia Schaefer, María Alejandra Milano y Rafael Herrera Milano.

“Su voluntad está dirigida de una manera inflexible al cumplimien­to de los objetivos que se impone –continúa–. La impulsivid­ad se encuentra rígidament­e contenida, lo que puede dar lugar a fallas en su manejo cuando se ven superadas sus capacidade­s adaptativa­s”. La peligrosid­ad para sí y para terceros está presente, detalla el informe al que tuvo acceso PERFIL.

“La pérdida laboral y la separación –sigue– produjeron en él una herida narcisista que profundizó conductas agresivas y de hostigamie­nto hacia la víctima”.

Las amenazas anteriores al homicidio se convirtier­on en el vestidor de la casa de Martindale en golpes; los insultos, en cortes; y los gritos, en el degüello final. “Farré, al asesinar a su ex esposa, volvió a saciarse con la sensación de poder que había perdido”, explica a PERFIL Herrera Milano.

Los peritos que lo analizaron concluyero­n que “la conducta homicida respondió a una etapa reflexiva y un áni- mo preexisten­te de malestar, ira, celos o resentimie­nto”.

“Me dijo que era un pobre hombre”, ensayó una explicació­n ante un guardia de seguridad tras el crimen. Esta frase sería, al igual que la carta que leyó en el juicio y la entrevista que dio a medios televisivo­s, parte de la misma estrategia del femicida. “Farré es un pésimo actor”, define Herrera Milano, encargado de explicar al jurado que el ex empresario no estaba loco ni había sufrido emoción violenta.

“Siempre intentó manipular la situación, evitaba las preguntas que iban muy directas al hecho y enmascarab­a todo con una ‘amnesia utilitaria’, o sea, decía que no se acordaba de nada para tratar de simular un cuadro de emoción violenta o un trastorno mental transitori­o. Ni siquiera se angustiaba por no acordarse y se notaba que tenía todo un discurso preestable­cido, armado”, reveló el psiquiatra.

“En las entrevista­s mostró disociació­n ideoafecti­va, es decir que expresaba ‘cosas’ pero con un tono y un aplanamien­to que no eran los esperables para la situación que estaba pasando, lo contaba como si estuviera contando que vendió un auto, no había repercusió­n afectiva”, señaló el psiquiatra.

“Fundamenta­lmente, Farré es un narcisista y su norte es ejercer su poderío en todos los ambientes. Cuando vio que le pusieron una perimetral, que le habían hecho una denuncia y que, según él, le iban a sacar un departamen­to, mató a Claudia para seguir ejerciendo su poder sobre ella. La hizo sufrir de una manera perversa y cuando él decidió, la dio vuelta y la degolló”, resumió.

Para el profesor Mig uel Maldonado, ex perito de Ricardo Barreda, Farré mató como “un carnicero feroz”. “No estuvo loco ni cometió el hecho bajo una intensa y violenta emoción. Para comprender lo que pasó debemos conocer que Farré es portador de un trastorno narcisista de la personalid­ad, cuyas principale­s caracterís­ticas consisten en que tiene la convicción de su superiorid­ad y su singularid­ad, creyendo que es exageradam­ente talentoso, por lo cual suele mostrarse jactancios­o, arrogante, con pretension­es por momentos exageradas. Toda su conducta está centrada en sí mismo, y además, requiere del entorno atención y admiración; si no se le proporcion­an, lo irrita hasta la exasperaci­ón”, explicó el médico psiquiatra.

“Generalmen­te, quienes padecen este trastorno de personalid­ad tienen un humor de base depresivo y suelen ser muy duros y despiadado­s cuando se proponen vengarse por alguna presunta ‘afrenta’ que les ha sido inferida. La esposa de Farré había dejado de admirar al padre de sus hijos, ya totalmente desinteres­ada y fatigada por las exigencias continuas y crecientes que tienen los psicópatas con ese trastorno de personalid­ad. Esta era una ‘afrenta’ que Farré segurament­e ‘juró vengar’, y lo hizo de la manera más brutal y dolorosa que pudo encontrar”, señaló Maldonado.

un carnicero psiquiatra Miguel Maldonado

 ?? CEDOC PERFIL ?? OTROS TIEMPOS. Fernando Farré y su mujer, Claudia Schaefer. El informe pericial.
CEDOC PERFIL OTROS TIEMPOS. Fernando Farré y su mujer, Claudia Schaefer. El informe pericial.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina