Porcinos: una nueva meta cumplida

En 2016, la producción de carne porcina fue récord con 519 mil toneladas, lo que implicó un crecimiento de 7,1% respecto del año anterior, mientras que la faena creció 8,4% interanual al alcanzar aproximadamente los 6 millones de cabezas. El consumo por habitante llegó a ser el más alto de la década, con 12,3 kilos de carne por habitante. Estas cifras marcan que, desde 2011, se aprecia un crecimiento sostenido que ha permitido que la actividad despegara en los últimos años. Y esa revalorización local de la carne de cerdo ha permitido que el precio interno no sufriera tanto. Sin embargo, hay momentos claves del mes, especialmente hacia mediados de año, en los cuales el precio tiende a caer, sin que se encuentren causas muy visibles. De acuerdo a un análisis del Departamento de Economía de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, “en nuestro país el consumo de carne de cerdo fresca representa casi el 80% del total de valor, y quizás un aumento en la demanda de estos produc- tos en ciertos momentos del año puede generar un aumento en los valores de los precios al público y en el precio del cerdo en pie, lo mismo en caso contrario”, argumentan. El caso es que esta semana se dio a conocer un hecho que puede otorgarles mayor estabilidad al mercado local y a los precios internos. Se trata de la primera exportación de medias reses en fresco a Rusia, que realizó la empresa Marplatense Industrias Toledo. Tal como expresó el presidente de la AAPP Juan Uccelli, (el hecho) “inaugura un nuevo camino para el mercado nacional en un manejo más lógico, generando nuevas formas de colocación de la carne de cerdo. Esto permitirá descomprimir el mercado local, defendiéndolo de bruscos cambios de precios”.

El hecho, histórico por cierto, del envío a Europa del Este de 27 mil toneladas de carne de cerdo fresca, anima a profundizar la gran necesidad de transformar granos en carne, para participar en eslabones de la cadena que implican mayor agregado de valor.