Londres: duras críticas de sobrevivientes del incendio
Cientos de personas se reunieron ayer ante el ayuntamiento del municipio londinense de Kensington y Chelsea para protestar por el incendio de la Torre Grenfell, un edificio de viviendas sociales, que la madrugada del miércoles causó al menos treinta muertos.
Otros miles se manifestaron en Westminster. Con carteles y cánticos, mostraron su enfado delante del Ministerio de las Comunidades, responsable, entre otras cosas, de la construcción de viviendas.
Los manifestantes gritaban “¡May debe irse!” en dirección a Downing Street, sede de gobierno de la primera ministra Theresa May.
Los sobrevivientes y familiares que marcharon en Kensington y Chelsea reclamaron respuestas de las autoridades. Decenas de ellos golpeaban las ventanas y reclamaban entrar al ayuntamiento. Algunos lograron ingresar y se enfrentaron a agentes de seguridad.
Los sobrevivientes acusan al consejo local, de mayoría conservadora, de haber desoído durante años sus quejas sobre las insuficientes medidas contra incendios del edificio de 120 viviendas, muchas de ellas de protección oficial.
Construido en 1974, la fachada del bloque, con 120 apartamentos y en el que vivían entre 400 y 600 personas, fue rehabilitada en 2016 con un revestimiento exterior que, según el diario The Guardian, era la opción más barata e “inflamable”. Víctimas. Hasta ayer ascendía a treinta el número de muertos confirmados en el incendio, informó Stuart Cundy, jefe de operaciones de Scotland Yard, que precisó que un herido murió en el hospital por la gravedad de sus lesiones.
Hay otras veinte personas hospitalizadas, varias de ellas en grave estado.
May anunció una ayuda de emergencia de cinco millones de libras para las víctimas y ordenó una investigación judicial para determinar las causas del incendio y posibles responsabilidades, mientras que la Policía advirtió que puede haber decenas de víctimas más, muchas de las cuales no podrán ser identificadas.