Laicos católicos y responsabilidad política
La Iglesia en América Latina, al cumplirse diez años del documento de Aparecida, tiene urgida conciencia de la importancia de la presencia y contribución de “discípulos y misioneros en la vida pública”. El Papa Francisco lo recordó de forma especial indicándolo como tema para la Asamblea plenaria de la Comisión Pontificia para América Latina ( CAL), a inicios de marzo de 2016: “El indispensable compromiso de los laicos católicos en la vida pública de los países latinoamericanos”. Este tema dio lugar, además, a la importante carta que el Papa envió al cardenal Marc Ouellet días después de finalizar dicha plenaria.
De este modo, la CAL y el Consejo Episcopal Latinoamericano ( CELAM), con el beneplácito del Papa Francisco, han decidido preparar y realizar conjuntamente un “Encuentro de católicos con responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos”. Esta iniciativa tendrá lugar en Bogotá, en la sede de la Conferencia Episcopal Colombiana, durante las días 1, 2 y 3 de diciembre de 2017. Está prevista la participación de unos 70 dirigentes políticos con importantes responsabilidades junto con 20 cardenales y obispos de diversos países latinoamericanos. El objetivo principal de este encuentro será el intercambio de experiencias, testimonios y reflexiones sobre la experiencia de laicos católicos que asumen responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos.
Y es que se ha sentido la exigencia de afrontar de modo inédito esta realidad. El objetivo de este encuentro no es forjar un bloque católico en la vida política ni el de promover uno u otro partido político. Por una parte se busca poner a la Iglesia, y en especial a sus pastores, en actitud de escucha ante las situaciones y necesidades que viven los católicos con responsabilidades políticas. Por otro lado se trata de buscar las modalidades más adecuadas para acompañarlos, sostenerlos y alimentarlos en ese compromiso. La idea es alentar, desde la distinción entre comunidad eclesial y comunidad política, una mayor participación de los laicos comprometidos en la vida política en la comunión y misión de la Iglesia y una mayor atención de las comunidades cristianas y sus pastores a sus necesidades.
Aunque el programa aún no es definitivo, se prevé una dinámica de mucho diálogo, guiada por algunas conferencias o paneles que serán presentados por algunos de los participantes. Como tema de apertura se planteará una reflexión sobre las “prioridades, desafíos y tareas de la política en América Latina según el magisterio del Papa Francisco y del episcopado latinoamericano”, para luego generar un intercambio constructivo entre los participantes, prelados y laicos.
Están previstos además dos paneles principales que guiarán las reflexiones. El primero, a cargo de los mismos políticos invitados, trataría de responder a la pregunta ¿qué le dicen los políticos a los pastores y a las comunidades cristianas? El segundo, dirigido por algunos de los cardenales u obispos invitados, trataría de responder a la pregunta ¿qué le dicen los pastores a los políticos?
También se abordarán temas de actualidad como la vida, la familia, la educación, el desarrollo integral y la inclusión social, la ecología humana y natural de la convivencia, una cultura del diálogo y del encuentro y de la pacificación y el problema de las migraciones. La reflexión final del encuentro será sobre “las ca- racterísticas fundamentales del testimonio y la acción del católico en la política, a la luz del magisterio del Papa Francisco y del servicio a los pueblos latinoamericanos” y sobre “cómo formar una nueva generación de católicos en la vida política”.
Son muchos los criterios en los que se han inspirado la realización de este importante encuentro y que servirán como fondo para la reflexión.
De este modo se ha tenido en cuenta la contribución original de los católicos en la vida pública, en el cuadro del diálogo democrático y el pluralismo político. Igualmente se ha pensando en la necesidad de inculturar la doctrina social de la Iglesia en el contexto latinoamericano. En esta misma línea se ha señalado la consideración del impacto, los llamamientos y las enseñanzas del primer Papa latinoamericano. También se ha considerado la necesidad de afrontar los desafíos fundamentales de la identidad, unidad e integración latinoamericanas, de la custodia de la vida, del matrimonio y la familia, de la importancia de la educación, del crecimiento económico con justicia y equidad, de la inclusión de los sectores marginados y “descartados”, de las políticas hacia un pleno empleo, de la rehabilitación de la dignidad de la política y de promoción de la participación popular, del cuidado de la casa común en su ecología natural y humana, del combate contra el narcotráfico y todo tipo de adicciones, corrupciones y violencias, de la construcción de la paz, de las convergencias nacionales y populares a favor del bien común.
Por otro lado, se ha observado que, tal y como indicó el Papa Francisco en la carta al cardenal Ouellet, el reconocimiento de que “el laico, por su propia realidad, por su propia identidad, por estar inmerso en el corazón de la vida social, pública y política, por estar en medio de nuevas formas culturales que se gestan continuamente, tiene exigencias de nuevas formas de organización y de celebración de la fe”.
Otro aspecto a considerar es la tarea de educar en el reconocimiento mutuo y en el diálogo, en la comunión eclesial, de católicos con diferentes opciones políticas. Finalmente se tiene en cuenta la necesidad urgente de modalidades adecuadas y eficaces para suscitar y formar nuevas generaciones de dirigencias políticas entre los católicos.
*Secretario encargado de la VicePresidencia de la Comisión Pontificia para América Latina