La agricultura y la ganadería de ciclo completo integradas mejoran los márgenes empresarios
En una jornada a campo se mostró el planteo de un establecimiento que apostó a continuar con invernada y cría en tierras aptas para la agricultura, generando más rendimientos.
Con el título “La ganadería en zonas agrícolas, diversificación, riesgos minimizados”, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina realizó una jornada a campo en el establecimiento “Adita María”, ubicado en Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe. El objetivo del encuentro fue mostrar el ejemplo de un planteo basado en la integración de ganadería y agricultura en una zona con grandes aptitudes para la agricultura. El establecimiento lo maneja Fernanda Deni, quien al hacerse cargo del campo que recibió, decidió compatibilizar la actividad agropecuaria heredada con su profesión (y pasión) como docente de historia.
El emprendimiento cuenta con tres campos: “Adita María” (128 has), “El Carmen” (91 has) y “La Recría” (33 has). En los dos primeros se hace un planteo mixto agrícolo-ganadero, mientras que en el tercero sólo se dedica a la ganadería pastoril, por su ubicación urbana en la localidad de Pueblo Casas,
“En lotes rotados con ganadería, la soja rindió 13 qq más que en los lotes agrícolas”
donde no está permitido el uso de agroquímicos.
Hasta hace 15 años se realizaba invernada y agricultura, cuando se decidió incorporar la cría y la recría. Según la ingeniera Eugenia Racciatti, asesora del establecimiento santafesino, la decisión de pasar al ciclo completo incorporando cría y recría se basó en que había que solucionar un problema: “El invernador debe tener mucha cintura para comprar bien y barato y vender mucho mejor”.
En ganadería, el sistema se basa en el pastoreo rotativo de alfalfas puras, con suplementación en silo de maíz o sorgo bajo el sistema de autoconsumo en el invierno. El plantel de vacas es de razas Angus y Hereford y los toros y el semen son de las mismas razas para lograr mayor vigor híbrido. Los destetes se realizan a los seis meses en forma escalonada, al igual que la venta del gordo, a medida que llegan a su objetivo de venta, que es de entre 360 y 380 kilos.
En el campo de recría de vaquillonas para reposición propio hace varios años se sembraron pasturas consociadas de trébol blanco, alfalfa, raiugrás anual, cebadilla y festuca. Al no poder utilizarse agroquímicos, luego del manejo del rodeo con boyero eléctrico y desmalezado, hoy se transformó en un pastizal natural con buena calidad de forraje. Los cultivos para la producción de granos están en “Adita María”, con un sector de agricultura permanente y otro en rotación con ganadería. En este último sector, la soja tiene un rendimiento de 8 quintales por encima del primero. En la campaña 2016/17 esta diferencia se elevó a 13 quintales.