Deborah Berke: de Nueva York a Buenos Aires
La arquitecta norteamericana trabaja con Rafael Viñoly en una torre icónica de la Gran Manzana. En su proyecto en suelo porteño desarrollará un complejo de real estate de Marcelo Mindlin, a tono con el entorno en Barrio Parque.
Todos los proyectos de Deborah Berke reflejan una sensibilidad muy especial, procurando siempre consustanciarse con el espíritu de su entorno y de su época, incluyendo los avances tecnológicos, pero sin alejarse nunca de la belleza, entendida como elegancia sobria y austera.
Lo especial del caso es que la arquitecta está trabajando en Buenos Aires, según ella misma reconoció, atendiendo el sentido de comunidad de los futuros usuarios del proyecto que marcará su primer desarrollo en la Ciudad: un proyecto residencial en Barrio Parque, propiedad del empresario Marcelo Mindlin. Es el primer proyecto de Berke en Latinoamérica.
A diferencia de lo que suele ver en Manhattan, donde hace torres gigantes para millonarios anónimos de todas partes del mundo, en este caso se ha sorprendido por la posibilidad de trabajar cara a cara con los futuros habitantes de su nuevo emprendimiento. Un contras- te que justo se da en su vida cuando junto con el también reconocido arquitecto uruguayo Rafael Viñoly están a cargo del proyecto 432 Park Avenue, un rascacielos residencial que tiene 426 metros de altura, 147 apartamentos, es uno de los dos edificios más altos de Estados Unidos, y el más alto de Nueva York, sobrepasando al antiguo y al nuevo World Trade Center. Solo consigue superarlo el One World Trade Center si se tienen en cuenta su terraza y sobre todo su antena, pero ese tema es eje de un debate entre los propios constructores.
Quizá por contraste reconoció estar enamorada de la tipo- logía edilicia elegida en Buenos Aires, que no es en altura sino que, por el contrario, tiene una manifiesta idea de armonizar con el entorno circundante donde el proyecto quedará definitivamente insertado.
Respecto de la línea estética propuesta para dicha obra, la arquitecta Berke se aleja de lo que tanto se ve entre los jóvenes profesionales que despliegan todos sus fuegos de artificio, introduciendo formas futuristas y audaces en sus proyectos. Ella, honrando el espíritu de Yale –Berke es decana de dicha universidad–, abona por la simpleza y la síntesis tal como marca la tradición que sigue de Ludwig Mies van der Rohe, el famoso arquitecto alemán que dirigió la escuela Bauhaus des-
Lamentó que la obsesión por la seguridad haga que muchos edificios parezcan prisiones
de 1930, hasta su clausura en 1933 por los nazis.
En su recorrido por Buenos Aires, Berke destacó sus parques, plazas, los balcones de los edificios y la variedad de árboles que hay en las calles. Todo ello le sirvió de inspiración para el proyecto de Barrio Parque. “Son cosas simples”, destacó, “pero tan esenciales que muchas veces no sabemos apreciar”.
Hubo también cosas que le disgustaron, como la obsesión por tener más seguridad que está llevando a hacer edificios que parecen prisiones. Quiere proponer lo contrario en su nuevo proyecto.