Correo: declaró un funcionario clave
La causa penal por el caso Correo Argentino tuvo esta semana un nuevo testigo. El miércoles, Guillermo García, ex director de auditorías de la Procuración del Tesoro -los abogados que defienden los intereses del Estado frente a las empresas- debió declarar ante el juez federal Ariel Lijo en la causa en la que se investiga si el presidente Mauricio Macri; el ministro saliente de Comunicaciones, Oscar Aguad; y otros funcionarios favorecieron a la empresa de la familia Macri en la negociación de la deuda de la compañía con el Estado.
García, quien tuvo a su cargo la auditoría del proceso de negociación de deuda de Correo, declaró a pedido del fiscal Juan Pedro Zoni y aseguró que “hubo una demora inusual en el periodo de exclusividad” que la Justicia y el Estado -desde el kirchnerismo hasta la gestión actual- le garantizaron a la empresa de los Macri. Según García, lo que correspondía era “la etapa de salvataje de la empresa que estaba ordenada en 2004” y nunca se ejecutó. Los representantes de la familia Macri lograron dilatar el proceso en la Justicia Comercial de la mano de las autoridades del Ejecutivo de las diferentes gestiones. García también declaró que “nunca” había visto que en un concurso preventivo se le concediera tanto tiempo a una empresa.
García es un funcionario de carrera pero trabajó desde diciembre de 2015 bajo el mando del entonces procurador del Tesoro, Carlos Balbín, quien declarará por escrito en la causa de Correo después de la feria. La oposición de Balbín a la for- ma en la que el Gobierno manejó el caso Correo y su cantada crítica a los conflictos de intereses del gabinete lo terminaron eyectando, entre otras razones, del Gobierno.
Días antes de que le pidieran su renuncia, en abril, el jefe de García había comenzado a actuar en dos casos clave para el Gobierno y la familia presidencial: Correo y Odebrecht. Y un tercer caso le tocó a puerta: Avianca. Fue reemplazado por Bernardo Saravia Frías, cuyo estudio jurídico asesoró en el pasado al Grupo Macri.