‘Prohibido quejarse’, el pedido de Francisco en un cartel en su puerta
Un divertido aviso apareció en la puerta de entrada a la habitación del papa Francisco en la casa Santa Marta, en el Vaticano, que dice “Prohibido quejarse”, reveló ayer el vaticanista del diario La Stampa.
Se trata de un regalo que le dio un psicólogo durante una audiencia general en la plaza de San Pedro y que Francisco decidió colgar en la puerta de su habitación durante estos días de vacaciones.
El Pontífice pasa estos días de descanso en el verano europeo en su residencia, recibiendo a varios amigos y sacerdotes.
La historia ha sido divulgada junto con una fotografía por el veterano vaticanista Andrea Tornielli en la sección Vatican Insider del diario La Stampa.
Con tono divertido, el cartel advierte que los “transgresores son sujetos a un síndrome de victimismo con la consecuente disminución del tono de humor y de la capacidad para resolver problemas”.
También se afirma que “la sanción se duplica cuando la infracción se comete en presencia de niños”. Y concluye: “Para dar lo mejor de sí hay que concentrarse en las propias potencialidades y no en los límite: por lo tanto deja de quejarse y actúa para cambiar para mejor tu vida”.
El curioso aviso fue nota- do por algunos de los visitantes que pidieron permiso para divulgar la foto.
El cartel fue regalado al papa por el psicólogo Salvo Noé, autor de varios libros y cursos de motivación, explicó Tornielli. Verano caliente. Francisco se tomó unos días de descanso, que pasa en su residencia, donde recibe amigos. Como siempre, Bergoglio elig ió el mes de julio para sus vacaciones, que transcurre en su apar tamento en la Casa de Santa Marta. Va r ias veces explicó que es así como descansa.
El cartel demuestra que el papa mantiene el buen humor pese al clima tenso que según vaticanistas reina en el palacio apostólico por los cambios en la Curia.
Y no es menor tampoco la expectativa por lo que ocurrirá a partir del 26 de julio, con el proceso en Australia contra el cardenal australiano George Pell, muy cercano a Francisco, por presuntos casos de abuso sexual de niños.
Al Pontífice se lo vio sonriente en Santa Marta, pese al clima tenso por cambios en la Curia