Perfil (Sabado)

“Quería llevar nuestro teatro a Washington”

La actriz protagoniz­a Papá se fue de viaje, que ya vendió más de 300.000 entradas. Asegura que no quiere que su carrera afecte a su hijo, y que en Estados Unidos lo que más le costaba del protocolo era la puntualida­d.

- ALFREDO MERA

El cl i ma l luv io - so se instaló en Buenos Aires ayuda, pero la explicació­n de que Mamá se fue de viaje siga tercera entre las más vistas de cara al receso invernal, la tiene Carla Peterson: “La fórmula de la película es que es para toda la familia. Ese es un motivo que atrapa a la gente. Acá se divierten los padres y los chicos, pero también pueden ir adultos solos. Está muy bien filmada. Fue muy difícil rodarla por los chicos, que tienen un rol protagónic­o y que consiguier­on cosas muy difíciles, como el niño más pequeño que con dos años hace cosas impresiona­ntes, como improvisar una escena”. La comedia de Ariel Winograd, que ya superó los 300 mil espectador­es, de entrada comenzó a llamar la atención a partir del tráiler que se viralizó entre grupos de Whatsapp de madres que parecían conectar perfectame­nte con los motivos que llevan al personaje de Peterson a dejar a su marido al cuidado de los hijos y tomarse vacaciones. Igualmente, la mujer del ex embajador en Estados Unidos y actual candidato a diputado porteño, Martín Lousteau, aclara que el avance “es un poco engañoso porque creés que en algún punto es una película para que las mujeres se rían de los hombres y no es eso. No es sólo para identifica­rse con un matrimonio”.

—Destacabas a los chicos de la película, en días contaste salidas muy divertidas de tu hijo. Aunque tenga 4 años ¿Lo imaginás siguiendo tus pasos?

—A mí me encantaría, lo veo muy sociable. Le encanta hablar y que lo escuchen. El otro día en un cumpleaños de grandes pidió silencio y que le prestaran atención porque iba a hacer un truco de magia. No tiene ninguna inhibición. Si fuera actor le viene bien, si

fuera político también (ríe). Ig ualmente, todav ía estoy tratando de ver qué le gusta. Me encantaría que le guste la música y cosas que a mí me costaron mucho. Recién ahora le estoy explicando dónde trabaja mamá, que hace películas o teatro. El otro día me preguntó si iba a estar en las películas, porque veía un montón de chicos y él no aparecía. No sé, todavía estoy viendo cuáles son sus intereses.

—¿Cómo ves a la industria audiovisua­l en momentos donde parece achicarse?

—Se producen cosas, lo que pasa es que se hacen con otros tiempos y para otros lugares, aunque no sé si en cantidad. Veo que hay proyectos interesant­es en tele, fuera de la televisión abierta. Hay más “No sé si en otro país hubiese tenido las posibilida­des que tuve acá.” coproducci­ones con Netflix y HBO.... Yo estaba afuera y me hablaban de El Marginal. Gente de otros países de habla hispana que quería ver cosas en su idioma. Estaban todos enganchado­s, como cuando uno se engancha con

Breacking Bad. Sería interesant­ísimo que todos fuéramos por ahí y que además tuviéramos un espacio de la mejor manera. Respecto al cine, no sé cuánto se está filmando, pero sé que está más difícil pagar una entrada. El cine necesita estar muy apoyado y que el reconocimi­ento que tuvo en todo este tiempo siga existiendo. Por ejemplo, un programado­r de un festival muy importante me decía que era uno de los que más corta tickets fuera de las películas norteameri­canas. También, el otro día Joaquín Furriel contaba que su película estaba por filmarse, pero que sabía que unas cuantas estaban suspendida­s… Hay que estar atentos y no descuidarl­o.

—¿En tu estadía en Washington viste alguna obra que te despertara­n ganas de hacer acá?

—Al revés. Yo quería llevar teatro, pero era difícil porque no soy una productora. Pensaba en el público hispano, en obras que si las llevabámos iban a romperla, en un montón de grupos teatrales, cosas chicas para no tener problemas con los costos y las puestas. Me pasaba acá que venía una semana a ver teatro y cualquier cosa que veía me transforma­ba la cabeza. No quiero hablar mal de su teatro, pero a mí me pasaba eso. A veces sentía que eran cosas que eran parecidas a las que veía en la zona del Abasto, pero con más luces y vestuario. Ojo, no fui a ver todo, pero vi mucho. No me pasaba eso de querer traer algo, sino de sentir que habría que caerles con todo lo nuestro. Se quedarían pegados a la butaca. Con el cine también pasaba. Se sorprendía­n con las películas que hacemos.

—¿Qué tareas encaraste en la embajada?

—Quería lograr intercambi­os con los institutos teatrales. El Kennedy Center con el Teatro Cervantes, por ejemplo. No pudimos hacerlo porque justo acá estaban largando con la programaci­ón y a los tres meses nos volvimos. Lo que hicimos fue conectarno­s con un argentino que está allá, que se llama Mariano Vales. Él tiene un programa de inserción a la música para aproximada­mente 600 chicos de 4 a 18 años que se llama DC Youth Orchestra. Cuatro filarmónic­as y ahora formaron la primera orquesta juvenil de tango en Estados Unidos. Chicos que no son argentinos, que cada vez que alguien quiere escuchar tango se los llama. A ellos se les ocurrió formándola con un bandoneoni­sta argentino.

—Tal vez a tu pesar, trabajaste en políticas culturales. ¿Te ves en un futuro haciendo algo de eso acá?

—No, yo quiero disfrutar. Todo lo hago de manera independie­nte. Hice las cosas como se hacen en el teatro de acá: te juntas con dos que tienen ganas y nace una orquesta. Las ganas, las necesidade­s y la creativida­d hacen que las cosas salgan. Además, la idea de formar una orquesta se le ocurrió a Mariano Vales. Lo que puedo aportar lo aporto, pero no quiero saber de plata. Todo lo que sea aporte sin recursos es para mí.

—¿Qué es lo que más te gusta de estar de nuevo en Buenos Aires?

—Este es mi lugar, es donde soy lo que soy, y puedo crecer y vivir las cosas desde adentro, siendo, no relatando. Allá es como que relataba, contaba quien era y cómo es Argentina. Allá podía hacer algo para entretener­me, acá lo hago para modificar algo en mí o en los demás. Desde hacer teatro hasta estudiar algo. Siempre pensé que si hubiera nacido en otro país no sería quien soy. En Argentina hay creativida­d, con o sin recursos, y se filma de verdad. Acá aprendí a hacer una obra de teatro con nada y que la sala esté llena. No sé si en otro país hubiese tenido las posibilida­des que tuve acá. .

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AYER. Venus en piel, lo último que hizo en teatro. Junto a su amiga Griselda Siciliani en Educando a Nina. En la película Inseparabl­es, con Rodrigo de la Serna.
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 ??  ?? HOY. Junto al elenco de Mamá se fue de viaje, sorpresa del cine nacional en vacaciones de invierno. Con su marido, Martín Lousteau, y su hijo.
HOY. Junto al elenco de Mamá se fue de viaje, sorpresa del cine nacional en vacaciones de invierno. Con su marido, Martín Lousteau, y su hijo.

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