Cuando ya no se venden sólo semillas
Esta semana asistimos a una muestra mas de que cambia el paradigma de la agricultura de la mano de los grandes datos. Monsanto, tradicional proveedora de semillas y agroquímicos, cambió la dinámica hace unos años y ahora le tocó el turno a la Argentina. La idea ya no es vender un producto que viene en bolsa sino que es es una herramienta digital. Y con el lanzamiento de Prescripciones (ver nota pag 3) la firma eleva un poco más su propuesta para pasar a ofrecer sobre todo soluciones integrales. Adrián Vilaplana lo dijo claramente en la presentación. “Ya no se trata sólo de tener el mejor producto. Hay que trabajar sobre todo en la pre y pos-venta”, indicó el Manager de Asuntos Corporativos. Y así vemos como ahora esta empresa pone el foco en la disponibilidad de más información detallada de los ambientes, en el análisis de cómo se comportarían sus hibridos en derminados contextos climáticos (Niña, Neutro o Niño); y en un abrir y cerrar de ojos podrán decirle al pro- ductor cuánto Nitrógeno l e conviene aplicar o si es necesario que combine híbridos para mejorar el rendimiento. Para la firma, con las tecnologias disponibles hoy el productor podría mejorar el ‘gap’ entre los rendimientos obtenidos y potenciales y perforar el techo del maíz en un 40%. La buena noticia para el productor es que gracias a este uso de grandes datos puede optimizar sus recursos. Pero como no todo es tan líneal, desde el lado de los poductores también miran la letra chica. Algunos creen que este manejo apunta al uso de una mayor cantidad de semillas sembradas por lote. Y eso es más dinero por hectárea. Cada quien hará sus números. Desde Monsanto aseguran que siempre el beneficio será mayor para el productor por un margen bruto muy favorable. La diferencia, claro está, será en función de cuán ajustado tenga el manejo ese productor. Para los que estén más cerca de las Prescripciones, puede que los cambios no sean tan elocuentes.