Tres palestinos muertos en las protestas por el control israelí a la Explanada de la Mezquitas
Tres palestinos murieron y al menos otros 400 resultaron heridos, varios de gravedad, en choques con la policía israelí en Jersusalén y Cisjordania tras el rezo del viernes, en el marco de la escalada de tensión en la Explanada de las Mezquitas.
“Un palestino murió por disparos en el corazón” en la Cisjordania ocupada, dijo el ministerio palestino de Salud.
Poco antes, el ministerio anunció la muerte de otras dos personas en circunstancias similares, una en el barrio de Ras al Amud, cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén, y otra en la zona de A-Tur, en Jerusalén Este.
Seguridad. La policía israelí prohibió ayer a los hombres menores de 50 años acceder a la Ciudad Vieja de Jerusalén y a la Explanada de las Mezquitas, impidiéndoles participar en la oración del viernes en un contexto de fuerte tensión por este lugar venerado.
Como signo de protesta, cientos de personas decidieron no entrar y rezar en la calle, a las puertas de la Ciudad Vieja.
Tras concluir el rezo, la policía dispersó a la multitud con granadas de gas lacrimógeno y balas de goma, alegando que sus agentes habían sido atacados con piedras.
La Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la Cúpula de la Roca y la Mezquita Al Aqsa, está situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el sector palestino de la ciudad santa cuya anexión por Israel nunca fue reconocida por la comunidad internacional.
Los palestinos denuncian desde el domingo pasado la instalación de detectores de metal en las entradas al lugar santo, una decisión de Israel luego de un ataque contra policías israelíes el 14 de julio.
Esta medida aumenta el temor de los palestinos de que Israel tome el control exclusivo del tercer lugar santo del islam, un sitio también venerado por los judíos con el nombre de Monte del Templo.
Desde entonces los palestinos decidieron no acudir a la Explanada y llevar a cabo la oración en la Ciudad Vieja.
Las protestas por la medida llegaron hasta Jordania, donde más de 8 mil personas se manifestaron ayer en Ammán y otras ciudades del país.
Aunque la gestión está oficialmente en manos de Jordania, guardiana de los lugares santos musulmanes en Jerusalén, Israel controla el acceso a la Explanada, un sitio que cristaliza desde hace décadas las tensiones entre Israel y los palestinos.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo hoy que su colega norteamericano, Donald Trump, “debe intervenir de inmediato para obligar a Israel a dar marcha atrás en las medidas adoptadas en la mezquita de Al Aqsa”, y advirtió que la situación es “muy crítica” y podría salirse de control en cualquier momento.