La lluvia frena la siembra de trigo
El área implantada volverá a crecer para esta campaña, pero los altos niveles de precipitaciones de los últimos meses, reducen el potencial.
“El trigo otra vez protagoniza una campaña que promete y entusiasma, pero se encuentra nuevamente con el escollo de los excesos de agua, el barro, y la falta de piso”, sostiene un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario. Las grandes lluvias del verano, un fuerte temporal a fin de mayo y abril en el noroeste y el oeste bonaerense, centro de La Pampa, y luego en el sur de Santa Fe, así como un cuarto año consecutivo con lluvias anuales por encima de los registros históricos se han transformado en enemigos del crecimiento del área sembrada con el cereal.
Con un avance de siembra del 72%, el trigo 2017/2018 recorta su potencial de suba de superficie nacional. Buena parte de La Pampa y Buenos Aires siguen muy comprometida por el reciente evento de lluvias. En Buenos Aires disminuyen las posibilidades; hace un mes se esperaba un aumento del 12%, ahora cae al 5% respecto del año pasado. En La Pampa se espera una caída del 17% que puede profundizarse. Neutralizada para sumar nuevos lotes, Entre Ríos quedaría con el nivel de siembra del año pasado. Inquieta la posibilidad de nuevas lluvias en las áreas sensibles de la franja central del país. Si hay otro evento importante en los próximos días, más lotes podrían quedar fuera del ciclo triguero.
La primera semana de julio siguió con lloviznas y tiempo húmedo, quitando la posibilidad de sembrar 110 mil ha en Buenos Aires y 40 mil ha en Entre Ríos. De 5,60 millones de hectáreas de intención de siembra de hace un mes, aho- ra se bajó la estimación a 5,45 millones. Pero de las 150 mil hectáreas que se recortan de las previstas originalmente, 40 mil son de la zona tandilense. Allí, la gran recuperación de área que este año se esperaba empieza a recortarse. Las siembras están casi en el punto de largada con un mínimo de progreso.
Las provincias del norte argentino lideran las subas interanuales con un 30%. Pese a los recortes, le siguen en el ranking de aumento triguero Santa Fe y Buenos Aires, con 6 y 5%, respectivamente.
Se estima que tomando el tándem que forman las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Salta y Tucumán se pasaría de las 420 mil ha cultivadas con trigo del año anterior a 545 mil ha en esta temporada 2017/2018. Esto implicaría un notable aumento de casi el 30%.
En orden de aumento de área sigue la provincia de Santa Fe que sumaría casi 50 mil ha en este ciclo. En lo que se refiere a la provisión de agua de la provincia de Santa Fe, si bien la problemática de excesos hídricos se marca, está lejos de la situación que le tocó atravesar el año pasado. De todas formas el entusiasmo era mayor, pero los excesos provocaron problemas que limitaron los planes de siembra, sobre todo en el sur de la provincia.
De 1,28 mil hectáreas sembradas con trigo en Córdoba durante el año pasado, una de las campañas más importantes de los últimos diez años, donde el cultivo se había posicionado sumando un 28% más de presencia, se proyecta tan sólo 1,31 M de ha para el ciclo 2017/2018. El incremento sería del 2,3%. Es muy marcada la problemática de excesos en los departamentos del sur provincial. Allí, las bajas en la intencionalidad de siembra respecto del año pasado se ubican entre un 15 y un 20%.
Habiéndose concretado aproximadamente el 77% de la intención de siembra en la provincia de Entre Ríos, las lluvias y el tiempo húmedo suspendieron planes de siembra con trigo en la provincia. Este año se esperaba una recuperación del cultivo en torno al 15%. Pero los problemas asociados al clima vuelven a interponerse. La provincia entrerriana cultivará 267 mil ha, el mismo nivel de superficie implantada en la campaña anterior.
“Inquieta la posibilidad de nuevas lluvias en la franja central del país.”