La CGT sumó ayer al plenario a uno los gremios más cercanos al kirchnerismo, la Corriente Federal. El logro, sin embargo, también puso en evidencia fuertes diferencias internas que atraviesan el mundo gremial, donde conviven sindicalistas muy afines al Gobierno y otros fuertemente opositores.
Además de las diferencias sobre la estrategia a seguir, que ayer salieron a la luz y motivaron, incluso, chiflidos durante la intervención del secretario general, Héctor Daer, esta semana hubo fuego cruzado ante la perspectiva de que el dirigente pueda erguirse en conductor único de la central.
Se reedita así un clásico del mundo gremial, la disputa entre el moyanismo y ‘los gordos’. Estos últimos cuentan desde hace pocas semanas con el aval de los denominados “independientes” (Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri) para comenzar a trabajar por una conducción con Daer a la cabeza. La información, publicada esta semana por Ambito Financiero y confirmada por este medio, motivó una fuerte reacción de los gremios alineados con Hugo Moyano. Especialmente enojado se mostró su hijo Pablo, con fuertes diferencias con Daer.
Al juego por el futuro de la central se suma ahora la Corriente Federal, que antes de la formación del triunvirato impulsaba la llegada de Palazzo a la secretaría general (algo que sería inédito, dado su origen radical). Consultado por PERFIL, Omar Viviani, que integra un grupo de gremios que negocia su incorporación, afirmó que no tienen intención de pedir lugares en el consejo directivo. Sin embargo, es difícil creer que si su incorporación se concreta, no se sumen al juego de tronos gremial.