Perfil (Sabado)

“Agarrar pistoletes y parecer cool no es tan fácil”

Idris Elba protagoniz­a La torre oscura, el film que adapta la mayor saga de Stephen King y que se estrena el 24 de agosto. Defensor de la diversidad, desea que no lo etiqueten.

- JUAN MANUEL DOMÍNGUEZ* FOTOS: SONY / CEDOC PERFIL

Noticia no de tan último momento: el británico Idris Elba (44 años) es, mal que les pese a otros nombres, el pateaculos más cool del momento. Nadie, ni los Statham o los Vin Diesel (ya patinados en la grasa irónica de la saga Rápidos y furiosos), ocupa hoy ese lugar que ocupa Elba, famoso por su serie Luther y por sus roles en The Wire y Thor. Por ello, apenas Daniel Craig, medalla de plata en el arte de la acción seca y muscular, dijo que quizás no sería más 007, el mundo de inmediato miró al rincón del actor que ha sido nominado al Globo de Oro, y que ha sido parte de films como Pacific Rim, Beasts of No Nations y Mandela: Long Walk to Freedom. Elba incluso fue parte de un programa que lo mostraba entrenando para pelear, Idris Elba: Fighter, y es parte de Green Door Pictures, una productora que busca ayudar a proyectos más pequeños, que escapan de la lupa abrasiva de Hollywood. Lo cierto es que después de 2017 nadie va a preguntar quién es este ferviente defensor de la diversidad: el 24 de agosto llega a nuestras salas una nueva adaptación de Stephen King, La torre oscura, y allí, como protagonis­ta, Idris Elba será el Pistolero, el eterno enemigo del Hombre de Negro (interpreta­do por Matthew McConaughe­y). Elba define a la película como “esencialme­nte una historia acerca del bien y del mal, que es generalmen­te la matriz de grandes historias. En este caso particular, creo que Stephen ha logrado envolver una historia clásica en un mundo completame­nte fascinante”.

—¿Qué sabías de los libros, clásicos modernos del autor, antes de aceptar el rol del Pistolero?

—Si tengo que ser completame­nte honesto, no conocía los libros cuando tuve mi primer acercamien­to al material. Había hecho algunos films con Sony y no podía creer me buscaran para este protagónic­o.

—La pregunta obvia: ¿conociste a Stephen King?

—Fue realmente lo más cuando King vino al set. Es alguien muy relajado y realmente amable. Creo que estaba orgulloso y feliz de ver que la película fuera finalmente una realidad. Es alguien acostumbra­do a que sus libros sean films, a estar parado enfrente de aquello que escribió, pero también había algo en su fascinació­n que mostraba que disfrutaba todavía de ese proceso. Nos trató bien, nos deseó suerte y nos dijo exactament­e eso: es una historia del bien versus el mail. Su felicidad en el set

fue clave para nosotros.

—Es tu primer protagónic­o en un film grande de Hollywood, aunque no tu primer papel en una película de estas caracterís­ticas, ¿qué implica algo así para tu futuro?

—Podría decirse que estoy llegando a ese lugar donde a los paparazzi les preocupa cada movimiento que haces. Lo extraño que por fuera de eso, de lo más superficia­l, suelen preguntart­e cosas que buscan saber cómo llegaste a ese lugar, saber quién eres y hasta cuáles son tus filosofías de vida. Para mí, ambas cosas, llegar y que te pregunten en ese sentido, son parte del trabajo. Además tengo que ser honesto: si no me gustara hablar de esas cosas, podría haber elegido quizás otra carrera. Otro de los factores que han definido a Elba es su constancia a la hora de mostrar la falta de diversidad en el cine de Hollywood mainstream: “Mi éxito, consideran­do que soy un hombre de color, es un ejemplo. No quiero convertirm­e en una constante que defiende la diversidad, pero generar un cuerpo de trabajo y una fama, y una reputación, que te permita rechazar roles y que te lluevan ofertas siendo de determinad­a raza o etnia no es tan simple. Es un logro en la industria llegar a un lugar así, y no debería ser algo tan excepciona­l. Al mismo tiempo, es lógico reconocer que la idea de éxito es elitista. Pero la idea de relatos diversos para crear un mundo mejor, que busquen el mismo éxito comercial o suceso como obra de arte, no debería ser tan complicada a esta altura de nuestra historia. Tampoco quiero me etiqueten sobre el que habla de tal o cual cosa. Alguna vez fui obrero de una fábrica y ahora soy actor de Hollywood, eso no implica que mi visión sobre el mundo y sus posibilida­des sea distinta.

—¿Podría decirse que hacer del Pistolero fue como hacer de un superhéroe?

—Sí, sin dudas. Claro que es uno distinto, ultraseco y canchero, que hace del aura del western un superpoder, pero este rol no se parece a nada que haya interpreta­do. Además, es un personaje profundo, con historia, aunque eso no implica la ausencia de secuencias de acción sofisticad­a (que son divertidas de filmar). Parece una estupidez, pero agarrar dos pistoletes y parecer cool no es tan fácil. Además fue fantástico trabajar con Tom Taylor, quien interpreta a Jake Chambers.

—Fuiste parte de “Thor” y estarás en “Thor: Ragnarok”, pero aquí lidias con el mundo de los fans de Stephen King. ¿Qué pasa cuando hay tanta presión de afuera por la calidad final del material, incluso más allá de la misma expectativ­a del estudio?

—Cuando se trata de algo que posee el fanatismo de millones, millones de personas distintas (es decir, cada persona lo lee a su manera), es mejor omitir la palabra “interpreta­ción”. Es decir, conviene aislarte de esa presión y hacer foco en el film. Ese era nuestro trabajo, aunque prestamos atención, porque es imposible no oír las voces que aparecen alrededor. Pero esta adaptación, aunque se lleva bien con el libro, definitiva­mente no es el libro.

—Tu personaje es descripto como “el pateaculos más grande del momento”. ¿Cómo llevar esa imagen al cine, hacerla real? ¿Cómo lidias con esa parte de cómo se te ve como actor?

—Decir que Roland posee sus propios demonios, o que es el pateaculos más grande es un poco un cliché, pero es cier to que ambas cosas son verdad. Tiene un pasado que no puede soltar y ahí es cuando conoce al personaje de Tom Taylor, Jake, y encuen- tra una forma de lidiar con lo que le sucedió de una vez por todas. Creo que, además de cool, había mucha profundida­d en su tristeza. A veces como actor incluso siendo una idea de personaje, podés divertirte en los desafíos que aparecen y hasta jugar a rein- ventarte otra vez. Con Roland puse mucho mío en juego: lo comparé con el hombre que yo era cuando tuve que asumir su rol y desde ahí comencé a construirl­o.

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 ??  ?? CLASICO MODERNO. Después de haber pasado por la literatura y por los cómics, la saga de King llega al cine con nombres como Elba y Matthew McConaughe­y.
CLASICO MODERNO. Después de haber pasado por la literatura y por los cómics, la saga de King llega al cine con nombres como Elba y Matthew McConaughe­y.
 ??  ?? RECORRIDO. Elba, en la mítica serie de TV The Wire. Su personaje por excelencia: Luther, de la serie inglesa homónima. En Beasts of No Nation.
RECORRIDO. Elba, en la mítica serie de TV The Wire. Su personaje por excelencia: Luther, de la serie inglesa homónima. En Beasts of No Nation.
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