Perfil (Sabado)

En el oficialism­o siguen de cerca al sucesor de Oyarbide

- ANDRES FIDANZA

El Gobierno quiere apurar su demorado plan de renovación judicial. Si bien aún está lejos de alcanzar sus objetivos iniciales, días atrás logró cubrir 24 cargos vacantes en el organigram­a de la Justicia: designó 15 jueces, 8 defensores y un fiscal. Y ahora apunta a que el Senado avale la nominación de otros 43 funcionari­os (23 jueces), ya superada la etapa en el Consejo de la Magistratu­ra. Entre los casi 250 puestos que todavía falta llenar, hay un juzgado federal especialme­nte sensible: el número 5 de Comodoro Py, ocupado por Norberto Oyarbide durante 22 años.

El trámite para la nominación ya está en marcha, y hasta circulan algunos nombres que, por sus trayectori­as y avales políticos, se podrían quedar con el puesto. Mientras tanto, desde su renuncia en abril del año pasado (situación que derivó en una causa por supuesto tráfico de influencia­s de Daniel Angelici), lo cubre el juez Marcelo Martínez De Giorgi.

Tras una primera depuración en el proceso, quedaron en carrera setenta aspirantes (muchos más varones que mujeres) para reemplazar al ex juez. En diciembre, los candidatos rindieron un examen bajo un código alfanuméri­co, para que no se revelaran sus nombres al momento de la evaluación.

El mes pasado se cerró la etapa de clasificac­iones. Y ya se sorteó al consejero que analizará los antecedent­es: le tocó a Juan Bautista Mahiques, representa­nte del Gobierno en el Consejo y dirigente cercano a Angelici. El procedimie­nto se completará con entrevista­s, el armado de las ternas, el análisis del Ministerio de Justicia y la elección de uno por parte del Presidente. Después, el Senado deberá dar su acuerdo. En concreto, la oficina de Oyarbide seguirá vacante por un largo tiempo: un año como mínimo. En el Consejo de la Magistratu­ra, al oficialism­o le cuesta conseguir el voto (el noveno sobre 13) que le dé mayoría automática. Una victoria de Cristina Kirchner en las legislativ­as podría potenciar ese esquema.

En ese contexto trabado, al Gobierno no le resultará nada fácil impulsar una designació­n tan sensible, dentro del único fuero que investiga las acusacione­s de corrupción contra los funcionari­os actuales y de gobiernos anteriores.

Entre los postulante­s, sin embargo, hay uno que se destaca por sus avales y ascenso reciente: Juan Tomás Rodríguez Ponte, actual director ejecutivo de la oficina que realiza las pinchadura­s telefónica­s legales. Hijo de un intendente de Cambiemos, fue años secretario del juzgado de Ariel Lijo, suerte de primus inter pares en Comodoro Py. Meses atrás, Rodríguez Ponte quedó bajo la lupa por la difusión de las charlas entre Cristina y Oscar Parrilli. La ex presidenta lo responsabi­lizó directamen­te. A su vez, es cercano al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.

 ?? CEDOC PERFIL ?? POLEMICO. El magistrado renunció en abril del año pasado.
CEDOC PERFIL POLEMICO. El magistrado renunció en abril del año pasado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina