Perfil (Sabado)

Negación, posverdad y violencia

- JOSEP PUIG BOO*

Al enseñar a mis alumnos los mecanismos de defensa, suelo comenzar por el básico: la negación, el decir “no”. Lo vemos en el caso de un niño que está solo en la habitación y sus padres le preguntan, luego de ver agua en el piso y el vaso roto: “¿Vos tiraste el agua?”. El niño dice: “No”.

Es un mecanismo sencillo, básico, que muestra cómo con un poco de esfuerzo se puede vencer a la resistenci­a. Pero sucede con frecuencia que el negador, al enfrentars­e con la realidad negada, se transforma en violento. Porque esa antigua negación le produce un displacer al que su estructura psíquica no quiere enfrentars­e.

En Cataluña se vive desde hace cinco años un proceso signado por el reclamo de un referéndum que es constantem­ente negado por el Estado central. El Gobierno Autónomo Catalán puso fecha para ese referéndum: el 1º de octubre. El resultado ha sido que el Gobierno Central choca con una realidad que no puede modificar. Su respuesta, entonces, es la violencia institucio­nal: amenazas judiciales, controles económicos, anuncios de más controles, judicializ­ación del conflicto político. Esto significa que, como no pueden resolver el conflicto, lo niegan. Como el niño del ejemplo, sólo atinan a decir no.

A esto se suma que salió a la luz un documental que muestra el manejo de fondos del Estado para el armado de campañas sucias, de lo cual se pretende inculpar a los independen­tistas: “las cloacas de interior”, donde se muestra cómo sistemátic­amente el Estado es usado para difamar y armar causas judiciales.

Si bien se mira, se trata de un caso de “posverdad”, porque sobre la negación de la realidad se arma una verdad paralela que, en realidad, no es verdad sino una narración artificial con la que el Estado central se enfrenta a lo inevitable. En este contexto, se acerca el 1º de octubre.

En Argentina cuesta entender de qué hablamos cuando hablamos de un referéndum de autodeterm­inación para una Nación histórica que no tiene Estado desde hace un poco más de 300 años, y se lo entiende como si Jujuy o Corrientes hicieran ese planteo. Nada más errado que ese análisis.

En verdad, el tema de la independen­cia de Cataluña se asemeja más a la reivindica­ción de los pueblos originario­s de América, ya que el catalán es un pueblo preconstit­ucional y dueño de las tierras donde vive ancestralm­ente.

Cataluña es una Nación de más de mil años de existencia que perdió su autogobier­no hace 300 años.

Otra confusión surge cuando se compara el reclamo con el de los is- leños actuales de las islas Malvinas. No es lo mismo, porque los catalanes milenariam­ente estuvieron en esas tierras, con leyes propias, idioma e institucio­nes de gobierno propias.

Las Malvinas fueron invadidas y usurpadas en 1833, habiendo pobladores argentinos y habiendo reconocido en el tratado de 1825 Inglaterra a la Argentina como Nación y sus territorio­s heredados.

Por ello, volviendo a la comparació­n entre la negación y el referéndum, es necesario captar la justa dimensión del conflicto para poder resolverlo. En la psiquis humana lo que no se resuelve vuelve de otra forma generando perturbaci­ón psíquica personal o malestar social, y el retorno del conflicto negado, como vimos, no es buen camino porque significa aferrarse a una negación contra toda lógica y contra toda razón.

*Presidente Asociación Catalana Socorros Mutuos Montepío de Montserrat.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina