La marcha de la CGT medirá el poder de fuerza del moyanismo
El anillo de seguridad del acto estará a cargo de Camioneros, UPCN y la Uocra
Cuando algunos dirigentes plantearon dudas sobre la organización de la marcha convocada por la CGT –como los “gordos” y la UOM–, Pablo Moyano y Juan Carlos Schmid, las dos principales espadas del moyanismo en la central, lideraron el pedido de cumplir con el compromiso asumido hace tres semanas. Pablo fue el encargado de convocar la reunión de delegaciones regionales que el jueves definió los detalles del acto. Schmid será el único orador. Este último fue también el encargado de coordinar con las dos CTA y los movimientos sociales su participación. El moyanismo quedó así, como el principal organizador.
La seguridad estará a cargo de Pablo, pero no será Camioneros el único gremio que formará el cordón, al que aportarán también otros gremios. El plan definido ayer es que los gremios moyanistas ingresarán a la Plaza de Mayo desde la Avenida de Mayo; los movimientos sociales, las dos CTA y el denominado Triunvirato de San Cayetano (CTEP, CCC y Barrios de Pie) llegarán desde Diagonal Norte. Desde esa arteria ingresará también la Corriente Sindical que lidera el bancario Sergio Palazzo.
Por último, los gremios de servicios ingresarán desde Diagonal Sur, además de las columnas de UPCN y Uocra, que se sumarán al primer “anillo” de seguridad que rodeará al palco para prevenir incidentes. El discurso no incluirá un anuncio de paro general, una medida que hoy no tiene consenso, pero sí se anunciará la fecha del Comité Confederal que estará facultado para definir nuevas medidas. Será en septiembre, pero el día exacto no se dará a conocer antes del martes.
Como se indicó, no será una marcha de “pecheras verdes” –el color insignia del gremio de Camioneros– exclusivamente. Pero este martes se pondrá en juego el rol del moyanismo en el futuro de la central. A pesar de que este sector fue el que dio impulso a la marcha, una vez confirmada llegó la orden a las regionales de algunos de los gremios más reticentes, como Comercio, de aportar número.
Antes de la reunión del mar- tes último, donde la comisión directiva confirmó la marcha, se vivió una fuerte tensión interna. Sin embargo, fuentes de diversos sectores afirmaron a PERFIL que gremios de peso, entre ellos algunos de los que querían levantar la marcha, ratificaron la intención de no poner en juego la unidad.